miércoles, 5 de octubre de 2011

Supervivencia de espirítu

Supervivencia de espíritu

AVELINO SALA. BLOCKHOUSE. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia.

Galería Raquel Ponce C/ Alameda, 5, Madrid.

Yolanda Merino Aguirre

Recuerdos de un conflicto que bien podría ser cualquier otro, momentos en los que la sociedad se lanza a la calle para reivindicar sus derechos frente a la opresión y la violencia. Este suceso que nos aburre al estar repetido mil veces y mil veces menos de las que en realidad han sido necesarias, parece que en nuestro caminar, a la vuelta de cada esquina olvidamos.

Avelino Sala nos trae a la memoria un conflicto con el que convivió y que conoció bien desde su niñez, el conflicto de la Naval de Gijón. Mediante un conjunto escultórico acompañado de acuarelas y gouaches colgados en las paredes, se anuncia un mensaje a mi parecer bastante claro, la supervivencia del espíritu. Lo que siempre nos queda, lo que debemos defender en todo momento, nuestra libertad y nuestros derechos aunque se vean condicionados frente a las injusticias que puedan rodearnos. Y la mejor forma para llevar a cabo esta defensa, en realidad la única manera, es mediante la cultura.

El artista utiliza este conflicto en concreto como podía haber utilizado cualquier otro de la historia para obtener conclusiones universales, ya que al entrar en la sala, aunque no conociéramos de dónde ha partido el artista para concebir su obra, llegaríamos a las mismas conclusiones, al mismo discurso global.

Más de 500 libros lacados en color negro componen la barricada que ha creado, como la nombran en la exposición la “trinchera intelectual”. Es el lugar desde donde podemos defendernos y al mismo tiempo actuar. Se encuentra situada en la sala principal junto a la columna de libros sobre la cual se levanta el personaje del encapuchado. Estos libros han perdido su identidad particular convertidos en masa, no podemos leer sus títulos y mucho menos sus páginas, pero han sido transformados para ser símbolo de un todo.

Enfrentarse a la violencia violentamente, pero siempre mediante la razón y la verdad es la imagen que se nos presenta mediante la figura del encapuchado sobre la torre de libros, que se gira para mirar de frente y de forma decidida hacia imágenes de otro tipo de encapuchados que simbolizan fuerzas opresoras. El encapuchado como alguien que siempre hemos relacionado con movimientos violentos, exaltados que han destruido la propiedad pública, delincuentes, fanáticos... alguien al margen de la ley y que a la vez no tiene identidad. Ésta se ve reforzada con la masa, con la multitud, que como los libros que utiliza Avelino Sala, adquieren una identidad común, creándose una comparación con las fuerzas de la ley que miran al frente a través de siluetas estáticas a punto de saltar sobre nosotros.

Las acuarelas nos acompañan en el descenso de las escaleras hasta el piso inferior, junto con locuciones latinas que no hacen más que reforzar el mensaje de toda la exposición. La muestra termina con una invitación del artista hacia el espectador: “Sapere aude” (atrévete a saber) junto a estas ilustraciones, donde la maquinaria pesada se encuentra enfrentada a cálidos cielos contrastados, marcados por amaneceres que muestran un atisbo de esperanza frente a la oscuridad de la sociedad actual, la llegada de la calma. Nos provoca deseos de saber, comprender significados ocultos y descifrar los mensajes que nos deja caer el artista. ¿Y qué es sino el arte contemporáneo sino el diálogo entre preguntas que a veces no alcanzamos a ver y respuestas que no siempre aparecen?

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