lunes, 31 de octubre de 2011

Abismo Espacial

Madrid. La abstracción en la realidad. Sala Alcalá 31.

La ópera que resuena envuelve la visita, crea una atmosfera de tranquilidad y calma que, junto con lo diáfano de la sala forman el espacio perfecto para una exposición sobre el vacío. Fotografías de gran formato, cuidadoso detalle donde se muestra la plasticidad de las impresiones hechas pintura. Puede llegar a despertar la curiosidad espacial de todo aquel visitante que se atreva a entrar, es llamativa tanto por la fusión de colores como por el trabajo realizado que salta a simple vista y que nos impresiona gracias a los grandes formatos y al juego de luces y volúmenes que son la principal fuente de la que se ha servido Ballester para poder ofrecernos una nueva perspectiva de la realidad.
El protagonismo radica en la arquitectura y el vacío que esta trae, el manejo de volúmenes, colores y formas nos ofrece una percepción espacial que ya no sólo es funcional sino que ejerce una influencia sobre el espectador y que nos lleva al propio vacío de pasión y sentimiento contenido. Qué no transmiten en apariencia ningún mensaje clave, sólo la nada, que cada cual llenará de distintas emociones, totalmente abierto a interpretaciones, una asimilación e interiorización individual.
Esas arquitecturas desnudas nos muestran también el mundo que dejamos, la ausencia del hombre nos da la clave para saber que son una muestra de los muchos legados de la humanidad. Que son el reflejo de nuestra sociedad y de las necesidades de una época.
Construcciones que se nos presentan desde otra cara, esa que no se puede apreciar a simple vista y que nos llevan a ver mas allá que sólo amasijos de hierro y hormigón. Y es que la otra realidad esta en el mundo que nos rodea, de ella podemos sacar distintos contextos, y sólo con un objetivo y un poco de imaginación puede dar un resultado como este, siendo así que lo típico llega a ser hermoso.
Son imágenes donde se crea perfectamente esa sensación de abstracción. Pero enfocar el mundo desde ese abstraccionismo geométrico no es ninguna novedad y vemos sus huellas en el Suprematismo, De Stijl y el Constructivimo, con ese espacio informe, donde todas las diferenciaciones nominales y funcionales son una ilusión humana.
La muestra sigue la misma línea durante todo el recorrido, las imágenes son todas una misma y nos habla del mismo mensaje que nos refuerza a través del vídeo “Ah! Mio cor” con una mixtura de imágenes de distintos tipos, figuradas y abstractas y que nos dejan claro de qué nos quiere hablar Ballester.
Si no nos detenemos a observar y reflexionar un poco sobre estas impresiones la sensación de cada uno será la de no haber entendido nada y saldremos de aquí tal y como entramos, ya que se trata de abordar un lenguaje que se encuentra en la contemplación de las mismas. Aún así la primera sensación es la que más nos va a sorprender mientras que el resto se mantendrá en un mismo nivel sin ofrecer nada más que lo que vimos en un principio. No hay nada que explicar, es otra de las muchas realidades que nos ofrece el arte y que invito a que todos lo hagan a pesar de haberse repetido en la historia y no ofrecer ninguna innovación incluso en lo pictórico que hoy en día podemos ver fácilmente en cualquier retoque fotográfico gracias a la tecnología, a pesar de esto siempre hay hueco para poder apreciar esta forma de plasmar la realidad y dejar así patente el dominio de la fotografía.

María Rodríguez Rubio

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