miércoles, 21 de diciembre de 2011

Poesía del paisaje arquitectónico

JOSÉ MANUEL BALLESTER
LA ABSTRACCIÓN EN LA REALIDAD
Sala de Exposiciones Alcalá 31


Uno de los últimos proyectos presentados en la Sala Alcalá 31 tuvo como protagonista a José Manuel Ballester. Sin duda, estamos ante pura fotografía artística, práctica que, a estas alturas de la llamada posmodernidad parecería no tener mucho que decir o aportar a la práctica artística actual, pero que, sin embargo, no deja de tener éxito en su acogida, tanto por parte de las instituciones como del público en general. Quizá sea aún típicamente moderna la raíz de su concepción, o quizá, como yo he querido ver, se trate de un desfasadísimo romántico que se desenvuelve en la era digital, pero de una forma u otra, me he visto seducida por la propuesta artística. Además, se trata de una excepcional muestra que recoge cinco años del trabajo del pintor y fotógrafo madrileño, cuya selección tiene como motivo su protagonismo como ganador del Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid (2008) y del Premio Nacional de Fotografía (2010). Casi cincuenta fotografías y un vídeo componían la exposición.

Los espacios fotografiados por Ballester no pueden ser más vacíos. Enormes estructuras, grandes iconos de la Arquitectura contemporánea captados a través de la manière de sentir del que se nos presenta como un romántico poeta que llena a base de vacíos. Oda al vacío, a la pureza de la línea, a la fuerza de la luz. Apreciar, seleccionar y mostrar la esencia del vacío no es sino un comprometido y arriesgado viaje a lo indeterminado que, contradictoriamente, Ballester ha sabido materializar. Está presente por medio de ese modo tan especial de ver, en el sentido de conocer realmente las posibilidades de la compleja realidad espacial y saber expresarlas de un modo único a través del medio fotográfico. Así, el vacío invade lo real al mismo tiempo que llena lo humano. Los opuestos, aquellos extremos que parecen ser totalmente incompatibles, ven difuminados sus claros límites y acaban por plantear paradojas. Construcciones del hombre, sin el hombre, caminos a seguir, sin fin, vértigo, estable, abstracción, real y, soñar, estando despierto. Y sobre todo, vacío, lleno. Hablar tan subjetivamente de algo tan material. Al final lo que se hace es subrayar la relatividad latente en todas las cosas, las variaciones que todo puede sufrir bajo distintas ópticas. En este sentido, el trabajo audiovisual es especialmente atractivo. Teniendo como hilos comunes la popular aria Ah! Mio Cor de Haendel y lo que parece ser una máscara de la mirada del propio artista, aunque también se vuelve la nuestra, nos plantea un recorrido justamente por esa relatividad, pero relatividad traducida en tránsito, en movimiento, frente a la rotunda identidad inamovible de las fotografías. Pero tanto las imágenes del vídeo como las de las fotografías, vienen a reflejar una muy parecida concepción; la abstracción que inunda a la realidad, o el interior subjetivo que desmonta el aparentemente exterior objetivo.

En suma, una interesante reflexión personal e íntima que nos es revelada con el fin de que cada uno construya la suya propia. Partiendo de la básica idea de que la fotografía es un medio expresivo claramente subjetivo – ahora bien, sin olvidar su «efecto realidad» (R. Barthes)-, quizá más propiamente subjetivo se torne cuando estamos ante la obra de un enamorado de la Naturaleza construida, de un nuevo romántico del siglo XXI. Como ha señalado la comisaria Lorena Martínez de Corral, “las imágenes de Ballester…no pertenecen a accidentes naturales sino a producciones humanas, a estructuras arquitectónicas cuyas formas han sido pensadas y diseñadas por la mente de personas en cada detalle, consiguiendo – no obstante- la misma sensación que producirían si nos situáramos ante la grandiosidad natural de un vasto paisaje, como si de un romanticismo humanista se tratase”. El desorden perfecto de la Naturaleza pierde su protagonismo y lo toma otra perfección, otra exactitud, la creada por el soberbio humano. Los tan sugerentes encuadres, el tratamiento de la luz, constructora, protagonista esencial, los interesados desenfoques, las visiones tremendamente panorámicas y la gran escala empleada, la hacen, sublime en su titánica quietud.

En realidad, no es arquitectura, es poesía del paisaje arquitectónico, es adoración a las formas artificiales que, de golpe y paradójicamente, parecen ser inmateriales y presentarse sólo como vacío lleno de Tiempo, Muerte, Amor, Nostalgia…Todo lo que uno puede encontrar adentrándose en la enorme reflexión de soledad propuesta por Ballester.

Sara Zambrana Sánchez

miércoles, 14 de diciembre de 2011

11 Segundos

Alighiero Boetti

“Estrategia de juego”. Museo Reina Sofía

Hasta el día 12 de Febrero de 2012 podemos ver en el Museo Reina Sofía una retrospectiva completa de la obra del artista italiano Alighiero Boetti (Turín 1940-Roma 1994) bajo el títluo “Estrategias de juego”. Dicho título es un tema específico de la exposición, entendiendo el juego en el sentido de jugar con el tiempo además de darle un sentido de dualidad. Tras ser expuesta en el Reina Sofía, la obra pasará a la Tate Modern de Londres y posteriormente al Museum Of Modern Art de Nueva York, quienes han colaborado en la producción de esta exposición con la ayuda de otros museos, como la Galeria Nazionale d´Arte Moderno e Contemporáneo de Roma o el Dallas Museum of Art.

La exposición comisariada por Lynne Cooke, Christian Rattemeyer y Mark Godfrey, nos muestra más de 100 obras que recorren la trayectoria artística de Alighiero Boetti, con algunas obras que se exhiben por primera vez, como Senza tilolo (Sin título) de 1969, un panel compuesto por etiquetas infantiles y algunos tapices.

La exposición permite ver las distintas etapas en la obra de Boetti, como sus primeros trabajos vinculados al povera, grupo del que se desvincula en 1969 dando lugar a una obra de estilo radicalmente diferente, impredecible que va desde el dibujo, la pintura y la escultura al mail art, el bordado y tapiz. Boetti comienza a elaborar obras postales, servicio de correos, dirigidos a artistas como Duschamp, historiadores del arte como Mauricio Fagiolo o comerciantes de arte como Leo Castelli, con la idea de red en forma de pertenencia a un grupo de artistas. Realiza un mapa de Turín rellenado con las direcciones de todos los artistas con los que tenia relación.

Su obra trasmite una idea acerca del tiempo, o del orden y el desorden y demás ideas duales, dualidad que le incluía a él, que, en 1968 se fotografía cogiéndose de la mano a sí mismo, como si fuera dos personas. Mas adelante en 1972 introducirá la letra “e” en su nombre como concepto de desdoblamiento, Alighiero e Boetti, una forma de ver todo de dos formas posibles, llegando a realizar obras a dos manos. Es algo que se aprecia en su obra de los 70´ en adelante mediante mensajes sencillos con un toque filosófico como “Metere al mondo il mondo”.

Los mapas bordados del mundo son uno de los conjuntos fundamentales de su obra que podemos ver en la exposición, realizados en colaboración con artesanos de Afganistán y Pakistán. Mapas con los símbolos de la bandera de cada país y en donde se ven los cambios políticos que se han ido sucediendo, pero no como algo político sino mas bien histórico y poético.

La exposición permite visionar la trayectoria de un artista no lo suficientemente conocido, pero fundamental para entender el arte de la segunda mitad del siglo XX, con grandes cambios de estilo con el paso de una sala a otra, con zonas más próximas al povera y otras que reaccionan contra este, y otras salas basadas en la dualidad y en la dimensión temporal y procesual del arte.

Víctor Hugo García Jiménez

14/12/11

martes, 13 de diciembre de 2011

"Estrategias de juego"


Alighiero Boetti


5 de octubre 2011- 5 de febrero 2012 Museo Reina Sofia



Rojo, amarillo, verde, blanco, azul, negro.

Una bandera, una país, un pueblo, una identidad.

Un juego, juegos de tiempo, juegos de vida, juegos de hombres y de mujeres, juegos con el mundo, juegos que solo juegos no son.

ABC, una coma, una letra, una palabra.

Que es una palabra? Cuanto se puede decir con una palabra? P-A-L-A-B-R-A. PI A ELLE A BI ERRE A. A ELLE I GI ACCA I E ERRE O E BI O E TI TI I.

La palabra, la letra misma de la palabra, el ABC, el concepto.

El puro, puro concepto hasta donde puede llegar?

Hasta donde se puede utilizar una palabra para explicarlo?

Hasta donde puede llegar el arte para representarlo?

Puede el arte que es generalmente considerada como algo más, como no necesaria, algo que es decoración, regresar a la esencia, la esencia de l ser, esencia de la vida, esencia del pensamiento, esencia del mundo. A ser pura forma, a devenir algo de filosófico y metafísico, algo que no quiere ser arte política, o de critica social, o empeñada, sino algo que simplemente pretende de ser.

Algo que es simplemente pura idea y no una acción, no hacer.


Esto es lo que cree del arte Alighiero Boetti, o "Alighiero e Boetti", como empieza a firmar sus obras a partir del 1972.

En 1969 en efecto, Boetti se aleja del arte povera eligiendo a un arte más conceptual, o mejor, un arte que no puede ser nombrado o clasificado sino como la de Alighiero Boetti, porque único y innovador en su estilo.

Sus obras más conocidas son seguramente las "Mappa".

Alighiero empieza con esta tipología de obra en el ano 1971, cuando en marzo viaja por primera vez a Afganistán. Ahí se queda por dos meses y se siente muy fascinado por la cultura medio oriental, que siempre junto a la oriental le habían llamado a la atención.

Sobretodo lo impresiona el bordado sobre tela, en efecto él rechazaba la pintura, como la creía un medio que alejaba el hombre del mundo de la realidad y a esa prefería un simple lápiz, pero encuentra la técnica perfecta en los tapices bordados, primero porque los veía llenos de tradición, en el sentido que en la cultura afgana era un medio de transmitir su tradición y porque permitían de traducir perfectamente la idea, el concepto que quería exponer.

En septiembre, vuelve en Afganistán con su esposa por el proyecto "mapa", una clásica mapa del mundo, donde quiere que se teje todos los países con los colores de su bandera. Es la primera de una larga serie en la que empieza a jugar con los colores, los estados, la armonía y el contraste.

Dice de esta obra: "El trabajo de la "Mappa" es para mi el máximo de la belleza. Por ese trabajo yo no he echo nada, ene l sentido que: el mundo es como es , no lo he dibujado yo, las banderas son aquellas que son no las he dibujado yo, entonces yo no he echo absolutamente nada, cuando surge la idea básica, l concepto, todo lo demás no tiene que ser elegido." (Alighiero Boetti, 1974).

Estas palabras son emblemáticas para entender el pensamiento del arte de Boetti, para entender la concepción que tenía del arte, que es tal aunque si viene solamente ideada por el artista sin hacer nada más: en efecto Boetti no crea su obra de su propia mano pero la idea enteramente; esto ha creado una gran discusión alrededor de sus obras y, más en general, en la consideración del artista, si puede serlo aunque sin ser la mano que ha trabajado para crear una obra de arte pero ideando esa en su totalidad.

De esta obra, además, es interesante ver el cambio de banderas, sobre todo por lo que se refiere a la área medio oriental y a la soviética.

Quizás que su "estrategia de juego" no sea también una estrategia de guerra. Pero no quiere ser arte política, como hemos dicho, sino una arte "acerca de como los humanos elaboran el sentido a través de las construcciones conceptuales del mundo".


En efecto por Boetti los sentidos son determinantes en la vida de los hombre pero aquello que lo es más es lo que llama el sexto sentido: el pensamiento.

Esto trata de conferir a sus obras y de comunicar con ellas y es evidente no solo en los mapas. En todas sus obras es presente un tentativo de estimular el pensamiento de los hombre, de jugar con ellos a través de juegos de colores, de palabras, de letras o verdaderos juegos.

Un ejemplo puede ser lo de la obra que tiene en el lado bordado su nombre, pero descompuesto letra por letra y cada letra está escrita no con el símbolo con lo que la conocimos, sino con el sonido de esa letra.

Alighiero Boetti juega con el espectador como si fuera el edificador de un crucigrama o de juegos de palabras.


Otras cosa interesante de su arte es el concepto del tiempo. El tiempo para Boetti es todo, quizás la única verdad existente, realmente objetiva.

Trata el tema del tiempo en diferentes maneras que pueden ser los cambios en los mapas, como la obra con los relojes en la pared y muchos más. Trata de hacer explicar a su obra cual son los conceptos o las experiencias a través de los cuales el hombre cataloga y ordena el tiempo, tratando de simplificarlos.

Es difícil decir en que manera advierte el tiempo este artista, parece aceptarlo, exaltarlo como verdad simple y objetiva de la vida del hombre, como único orden existente y en cuanto orden positivo, pero llega también de sus obras una sensación de ansiedad hacia el tiempo, de miedo, como si en sus juegos improvisamente nos hace regresar a la vida real recordando nos la precariedad del hombre, como en su obra 16 dicembre 2040- 11 luglio 2023 su centenario y su hipotética fecha de muerte, que aparece todavía más irónica mirando pensando a su muerte temprana.


Que decir más de él sino que fue un verdadero genio del arte contemporáneo, un traductor de la miente en arte, un jugador apasionado y racional al mismo tiempo, que tenía el talento de saber capturar un concepto en su especificidad y saber traducirlo en algo muy directo, exactamente como los colores de sus bordados.



Maria Elena Brugora


"CMX 04"


Santiago Sierra


17 de noviembre 2011- 1 de enero 2012

Galeria Helga de Alvear



Una sala blanca. Tres fotocopiadoras. Pilas y pilas de papel. En estos, está escrita siempre la misma cosa, repetida al infinito: CMX 04 CMX 04 CMX 04 CMX 04 CMX 04 CMX 04.

El espectador, al empezar, se siente adentro de un juego.

DespuésEs divertido, todos esos papeles, todos esos CMX 04 en cualquier lugar, también en las paredes de la sala han llegado.

Después, después de la primera sonrisa ingenua, empieza a pedirse: que significa ese CMX 04?


Esta es la nueva prerrogativa del arte contemporáneo que Santiago Sierra nos quiere sugerir , no solo mirar a la obra de arte, sino participar en esa, a su éxito.

El autor de esta manera nos pone al interno de su obra para que nos participamos a esa, para hacer nos relacionar con él y responder con él aAsí su significado.

Así el espectador después de haber mirado, una vez a casa, tendrá que buscar el significado de ese CMX 04 en internet, participando a la percepción del significado de la obra: el espectador cumple la obra con su propia acción, con un contribuyo propio.

Y no es solo contribuir, es más de eso: el espectador está insertado en una obra con finalidad política y de actualidad, no es arte desempeñada y entonces después de haber mirado, después de haber buscado, después de haber sido puesto enfrente de las informaciones es él que tiene que elegir su respuesta activamente.

En este momento el espectador casi se convierte en autor de la obra, porque es generador de la idea que elige de asignarle.


Digitando en Google CMX aparece que es la sigla de Crisis Management Exercise , que es el nombre que la OTAN da a sus ejercicios antiterroristas.

CMX 04, en cambio, es el nombre de la operación antiterrorista puesta en práctica el 4 de marzo 2004 y terminada il 10 marzo, desarrollada en diferentes capitales de los estados miembros de la OTAN y también en Madrid, que finalizaron justo unas horas antes del real atentado de Madrid. Estos ejercicios antiterroristas se realizaron bajo de un supuesto atentado que tenía como escenario una capital europea y costaba la vida a 200 personas y que se suponía ideado por Al-Qaeda, es decir, era una ejercicio que parece muy similar al real atentado que tuvo como escenario Madrid.

Hay coincidencias similares en el atentado del 7 de julio en Londres y también en lo de los Estados Unidos al WTC.

El video del blog que encontramos buscando CMX 04 nos muestra en el detalle cada particular, llegando a las conclusiones que en lo tres casos habían ejercicios antiterroristas que simulaban atentados iguales a lo que sucedieron y que terminaban solo unas horas antes de los verdaderos, que todos los terroristas eran colaboradores con los cuerpos de seguridad, que en los tres casos las cámaras de seguridad no grababan y habían vehículos abandonados cerca de las estaciones interesadas con pistas que apuntaban a los islamistas. En los tres casos las pruebas fueron destruidas (en el caso de Madrid los vagones de ferrocarril fueron destruidos) y el explosivo era de tipo militar.

Todo esto para decir que hay demasiados puntos en común para que sean solo puras coincidencias y que es más oportuno pensar que estos ejercicios sirviesen de pantalla, para facilitar la tarea, a quienes realmente lo efectuaron y que con posterioridad serán atribuidos a al-Qaeda, de la que el autor pone de relieve que fue creada y financiada por la CIA en lo sanos '80 con el objetivo de combatir el ejército soviético en Afganistán,

con el fin de justificar ante la opinión pública la guerra imperialista en Medio Oriente, que tenía el verdadero fin del saqueo a las riquezas.

También el blog cita: "La forma más fácil de ejecutar un ataque bajo bandera falsa es hacerlo bajo la cobertura de un ejercicio militar simultáneo que simule la realización del mismo ataque que se quiere llevar a cabo verdaderamente" ( Capitán Eric H May, ex oficial de inteligencia del ejército de lo Estados Unidos, ex inspector e intérprete para las fuerzas nucleares de alcance intermedio).


La duda se insinúa en el lector en frente de todas estas informaciones y empieza a pedirse si es realidad lo que está leyendo, si el poder pueda llegar a tanto.

La verdad es que, como siempre, no sabe nada del poder, nada de lo que los jefes de los estados hacen, lo que las organizaciones internacionales eligen por él y lo otros.

Vive en un mundo, se da cuenta, a lo que prende parte solo por algunos aspectos. Cada día camina sin tener idea de lo que pasa verdaderamente en el mundo, de el bien y el mal que viene elegido para él por otros.

En el momento en que el lector lee, no sabe que creer.

Son coincidencias? Son también estas informaciones manipuladas por allane para empujar el pensamiento de los demás a creer algo? O es la verdad? La verdad es que hay gente que elige para los demás, "los civiles", ocultando secretos con juramentos, siendo depuestos a elegir la muerte para ellos? Que sabemos nosotros de la verdad?

Nada. Y después de esta lectura el espectador, se queda solo, confundido, desorientado, encontrando como única respuesta que él no sabe encontrar respuesta y solo puede quedarse ahí con sus dudas. Impotente se queda solo y pequeño en una sala blanca con escritas y papeles, en la sala de Santiago Sierra.

Lo único que parece apropiado anadear es que es emblemático, hablando de estos temas, el monologo de la película italiana de Paolo Sorrentino "Il divo", que dejo aquí a bajo.


"Livia, sono gli occhi tuoi pieni che mi hanno folgorato un pomeriggio andato al cimitero del Verano. Si passeggiava, io scelsi quel luogo singolare per chiederti in sposa – ti ricordi?
Sì, lo so, ti ricordi. Gli occhi tuoi pieni e puliti e incantati non sapevano, non sanno e non sapranno, non hanno idea. Non hanno idea delle malefatte che il potere deve commettere per assicurare il benessere e lo sviluppo del Paese. Per troppi anni il potere sono stato io. La mostruosa, inconfessabile contraddizione: perpetuare il male per garantire il bene. La contraddizione mostruosa che fa di me un uomo cinico e indecifrabile anche per te, gli occhi tuoi pieni e puliti e incantati non sanno la responsabilità. La responsabilità diretta o indiretta per tutte le stragi avvenute in Italia dal 1969 al 1984, e che hanno avuto per la precisione 236 morti e 817 feriti. A tutti i familiari delle vittime io dico: sì, confesso. Confesso: è stata anche per mia colpa, per mia colpa, per mia grandissima colpa. Questo dico anche se non serve. Lo stragismo per destabilizzare il Paese, provocare terrore, per isolare le parti politiche estreme e rafforzare i partiti di Centro come la Democrazia Cristiana l’hanno definita “Strategia della Tensione” – sarebbe più corretto dire “Strategia della Sopravvivenza”. Roberto, Michele, Giorgio, Carlo Alberto, Giovanni, Mino, il caro Aldo, per vocazione o per necessità ma tutti irriducibili amanti della verità. Tutte bombe pronte ad esplodere che sono state disinnescate col silenzio finale. Tutti a pensare che la verità sia una cosa giusta, e invece è la fine del mondo, e noi non possiamo consentire la fine del mondo in nome di una cosa giusta. Abbiamo un mandato, noi. Un mandato divino. Bisogna amare così tanto Dio per capire quanto sia necessario il male per avere il bene. Questo Dio lo sa, e lo so anch’io."


Maria Elena Brugora





"La abstracción en la realidad" José Manuel Ballester Sala Alcalà 31.


José Manuel Ballester es un pintor y fotógrafo de Madrid. Licenciado en Bellas Artes en 1984 por la Universidad Complutense de Madrid y es Premio Nacional de Fotografía 2010.

La exposición de Sala Alcalà 31, "La abstracción en la realidad" , se compone de varias fotografías que se distinguen por sus manera de tratar la arquitectura, juzgando con los espacios, las luces, las sombras y el espectador.


La primera cosa que llama la atención es que en su fotografía Ballester no hace aparecer ningún ser humano.

Claramente esta característica crea una ligera sensación da ansiedad, de vacío, el hecho que no aparece ninguna figura humana en sus obras crea una sensación de seguridad en el espectador.

Sólo en una hay dos figuras que más que humanas parecen fantasmas, efímeras y inconsistentes.

Este es el punto de inicio de su obras: encontrar el hombre aunque cuando no está directamente, encontrarlo a través de la traza que deja de su presencia.

En estas fotografías no está el hombre en si mismo, pero se capta su presencia a través de lo que deja en el mundo: las construcciones fotografiadas por el artista, en efecto, son puras creaciones del hombre.

Es el hombre que les ha construidas con sus manos, el hombre que las ha pensadas con su miente, ideadas hasta el mínimo particular y apostamente por ese lugar y ningún otro.

José Manuel Ballester nos muestra el resultado, dejando nos intuir el proceso que lo ha permitido, nos muestra la materia, sugiriendo nos la forma.

Juega con nosotros y nos pide de jugar con él para llegar a ver el hombre también donde no está físicamente.

Nos pide de interactuar con su obra y hacer un paso más allá.


EL segundo elemento importante es que nos no deja dominar estas construcciones.

Nos muestra solamente una parte de ellas, reducida, elegida y pequeña sin nos mostrarlas en sus totalidad.

Hace sentir el espectador perdido, como se sentían los fieles que entraban en las primeras, colosales, catedrales góticas; el principio es el mismo: nos pone al interior de un espacio que no podemos dominar, como no podemos calcular y percibir su tamaño real y, así, como el fiel en esas catedrales que no podía dominar , por su altitud y amplitud enfrente de las viejas iglesias a lo que estaba acostumbrado, se sentía más cerca a Dios mirando como las arcadas se acercaban al cielo, nosotros igualmente sentimos como estando delante de un espacio infinito, delante a un grande paisaje ilimitado, eterno.


Estos dos aspectos claves, la ausencia-presencia del hombre y la idea del infinito, están acomunadas por un tercer elemento: la ruta que nos lleva a estas intuiciones.

Es decir, que estas características no son automáticas, sino necesitan un paso más, necesitan que el espectador se pare un poco más a reflectar adelante de esa obra, que es el mismo paso que Ballester hace por nosotros, nos poniendo al interior de esos edificios y no al exterior; él hace para nosotros el primer paso, lo del ingreso y nos pide de hacer un otro, de non parar nos delante de la primera impresión, delante de la materia, sino llegar, como dice en el título de su exposición, hasta la abstracción en la realidad.

Ballester nos lleva por mano y nos lleva con el, al interior de sus obras, acomunando el hombre y el infinito y, puede ser, que sea propio este el punto donde el nos quiere hacer llegar en las pistas que traza al interior de estos edificios: que el hombre es también en su ausencia? Es decir, que el hombre es eterno?

Que también cuando un hombre no está más aquí físicamente, en realidad se queda a través de lo que ha dejado de él en la Tierra, que vive por siempre en lo que en ella ha cambiado, en la traza evidente que deja en ella, en las construcciones que modifican el rostro de la Tierra como las que Ballester retrae, como el metal de la Torre TV Digital de Brasilia?

Puede ser que sea esta la pista que nos quiere hacer seguir? Puede ser.

Ballester seguramente nos no da respuesta y, como en lo que se califica como arte contemporáneo, nos deja buscarla solos.



Maria Elena Brugora

martes, 6 de diciembre de 2011

JUGANDO A JUGAR

Del 5 de octubre de 2011 al 5 de febrero del 2012, la tercera planta del edificio Sabatini del MNCARS acoge para el público una gran retrospectiva en colaboración con la Tate Modern de Londres y el MoMA de Nueva York sobre el artista natural de Turín Alighiero Boetti, con una meticulosa selección de más de cien piezas en las que el juego, la repetición, el arte postal y la objetualidad cobran sentido por el artista, para dotarlas de una importancia de primera instancia en lo que se refiere al recorrido de su trayectoria entre los años sesenta y la fecha de su muerte. A través de las salas del museo y siguiendo un itinerario un tanto caótico pero lleno de sorpresas, nos adentramos en esta exposición comisariada por Lynne Cooke, Mark Godfrey uy Christian Rattermeyer cuyo título Estrategia de juego nos confina hacia un aspecto en concreto: el hecho de que para el artista, el juego, la apuesta y el azar, en el sentido de lo temporal y lo metafísico construyen el asunto principal de su obra.


Se hace evidente que Boetti no recibió formación en sus inicios como artista, pero si observamos algunas de sus primeras obras expuestas, vemos como en sus orígenes más vinculados al arte povera, comenzó a realizar unas obras realmente imaginativas aunque por desgracia sus primeros ejemplos apenas sobrevivieran. Resalta el interés del artista hacia las artes visuales y también se hace notable cómo a partir de la segunda mitad de los años 60 se movió en un entorno en el que la juventud era consciente de que la experimentación en el juego y la performance eran aspectos esenciales en el arte de ese momento. En 1969 se desvinculó del grupo italiano de artistas povera y comenzó una etapa más personal, cuyos ejemplos paradigmáticos los podemos encontrar en las salas del museo que acogen sus conocidos tapices bordados sobre lino.


Alighiero Boetti, o Alighiero e Boetti - como se haría llamar en esta etapa - entendía por "jugar con las cosas" como un complejo proceso por reintentar, o reinterpretar las palabras y los números, las letras del alfabeto y trabajar con los conceptos del orden y el desorden a través de la plasticidad de sus obras, así como codificarlas a través de unas reglas de juego que como según dijo: "Quien no las conoce, nunca verá el orden que reina en las cosas. Es como mirar una noche estrellada. Quien no conozca el orden de las estrellas, solo verá confusión, mientras que un astrónomo tendrá una visión muy clara de las cosas". Por tanto hemos de enfrentarnos ante un problema semiológico antes para entender su producción más compleja.


En definitiva, la idea de estrategia en Alighiero Boetti es por tanto esencial en su obra y aun sin haber recibido una formación, tenía muy presente las nuevas manifestaciones artísticas, para lo que se sirvió del arte conceptual, el de Sol LeWitt, del que fue amigo. La idea se convierte en un elemento esencial que se hace muy fuerte, así como el concepto, que son los que le van a otorgar ese sentido particular a la obra. Por poner un ejemplo, en las muestras telegráficas de Boetti enviadas por el artista, obras en las que el servicio postal entra directamente en juego, existe la noción de duplicación, en una mirada retrospectiva a su vida, sin dejar de tener en cuenta o de ser consciente de que la obra culminaría con su propia muerte.


Guillermo Cacharrón Centeno

domingo, 4 de diciembre de 2011

UNA VUELTA DE TUERCA. SOBRE EL ANDAMIO

Maja Bajevic (Sarajevo, 1967) realiza desde los días 27 de Mayo al 3 de Octubre de 2011 una instalación-performance en el interior del Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid titulada Continuará, una reflexión que parte del propósito de abarcar estos últimos cien años de eslóganes políticos y económicos que a través de la historia han demostrado ser la manera más directa de expresar opiniones o de transmitir mensajes a las masas por parte de sus dirigentes, o viceversa, en lo que respecta a los movimientos sociales y su repercusión posterior, eslóganes que la artista recoge y define como verdades universales. Creando un nuevo discurso, esta artista multidisciplinar trata de discurrir como puede en este espacio de proporciones clásicas, indiscutiblemente distinto al espacio expositivo al que nos vemos acostumbrados, haciendo que sean los trabajadores subidos al andamio quienes ejecuten los eslóganes, disponiéndolos en los múltiples registros de la estructura ferrovitrea inspirada en el Crystal Palace, para que posteriormente sean borrados y tras ésto se vuelva a hacer otra vez, y otra, y así sucesivamente. De esta manera se nos transmite la idea y la reflexión de que los procesos de cambio en la sociedad son inexorables y que no tienen fin.

Rodeada de andamios, la gran pieza central consiste en un pedestal, en cuya base cinco pantallas de plasma ofrecen imágenes que proyectan y evocan distintas escenas de movimientos de masas en relación directa con los cambios que se han producido en las últimas décadas en la sociedad. Al subir por esta estructura metálica no hay más que dos formas de salir, haciéndonos volver hacia atrás o deslizarnos por un gran tobogán, lo que provoca en el visitante una fuerte sensación de incomodidad a no ser que éste tenga doce años y lo único que se le pase por la cabeza sea la idea de volver a subir y tirarse una y otra vez. Pero ya que estás ahí, te lanzas.
Ésto a mí me hizo interpretar el tobogán además de como elemento lúdico, como una metáfora de la libertad que hay en el individuo, que no en la masa, de tener la posibilidad de elegir, dejando atrás esas "verdades universales" y volver, o no, a ellas (o al tobogán). En mi opinión no cabe duda de que con toda ésta estructura central rodeada de andamios, por lo tanto imperfecta, la artista otorga deliberadamente una gran libertad a las diversas interpretaciones que le podamos dar. Además de ésto y del sonido que envuelve todo el espacio, en un intento de ir más allá en este proceso continuado, al caer la noche se ponen en funcionamiento una serie de máquinas que generan vapor para así proyectar los eslóganes, así como una serie de performances puntuales a cargo de una voz soprano.

Maja Bajevic trata lo efímero en esta obra conceptual haciéndo crítica de un aspecto en concreto que nos atañe a todos, que viene a ser lo que concierne al comportamiento humano, un tema muy delicado que es posible no resulte en este caso tratado con la suficiente profundidad que debería, pero es por esto que nos sorprende, renueva nuestras conciencias y no cabe duda de que la elección del espacio, no solo por su forma sino también por su localización, como la libertad de acción con la que procede parecen dotarla de un sentido a grandes rasgos muy acertado.

Guillermo Cacharrón Centeno

viernes, 2 de diciembre de 2011

El arte entre dos mundos

El conflicto de siempre; Apolo y Dionisio

Azul, negro, verde y rojo. Los cuatro colores de los reconocidos bolígrafos bic. Los de toda la vida. Esta no es una técnica (y evidentemente hablamos de técnica) muy valorada en la historia del arte, más bien se considera el boli como un material marginal y en definitiva pobre, así corroborando la idea de que Boetti se introdujo al mundo del arte con el movimiento artístico povera. Y ahora nos preguntamos ¿Quién gasta más de un centenar de bolígrafos para exponer su obra en el Reina Sofía o en la Tate o hasta en el MoMA? Pues la respuesta es Alighiero e Boetti, el artista dual (o doble) que abre su exposición Estrategia de juego precisamente con cuadros de gran formato coloreados con bolígrafos azules, negros, verdes y rojos. Pero por azar o razón el artista no se estancó, sino que su prolífica producción avanzó por innumerables técnicas, materiales y herramientas.

Alighiero e Boetti, autonombrado así desde 1968, aceptó su propia dualidad y la pluralidad de sus obras ya que muchas veces él no era quien realizaba los trabajos, se limitaba a pensarlos y pedía la ejecución manual de la obra a bordadores, a diseñadores gráficos y artesanos, como Lynne Cooke, una de las comisarias, advierte. Y tenemos que ser conscientes que el desdoble no se limita sólo a la manufactura, de lo individual a lo colectivo, sino que trasciende en la búsqueda del equilibrio de dos mundos, el de la razón y el de lo irracional, el de la estrategia y el del juego. Y así el sentido lúdico invade la obra de Boetti, que obsesionado por el azar y la suerte, por el orden y el desorden (Manuel de la Fuente, ABC) hace que el espectador le siga como compañero de su juego, y es precisamente este juego de casualidad azarosa la que confirma que el proceso creativo o artístico de Alighiero Boetti se basa en lo irracional.

La inquietud del artista le llevó al estudio de disciplinas a veces opuestas, siguiendo así con la dicotomía que lo caracteriza; la filosofía y la música frente a las matemáticas y el ajedrez. Hasta se interesó por el mundo oriental lo que alimenta la exposición de enormes tapices bordados, en principio, en actos de cooperación. Los insensata corsa o los Mappa fueron hechos conjuntamente con artesanas de Afganistán y de Paquistán, las que bordaron infinitos tapices con la representación del abecedario o del altas con las banderas de cada nación dentro de su país. Esta segunda serie es muy icónica y llena de significado, y en realidad Boetti se adentró en un campo de debate que podía haber desencadenado en algún conflicto, pero al ser arte y al arte (casi) todo se le perdona nadie se ha sentido encasillado.

Además Alighiero Boetti llena las pareces del Reina Sofía con sus propias vanitas contemporáneas, recordándonos su fascinación por la muerte y por el paso del tiempo con iconografías tradicionales; el reloj, el cual se vincula intrínsecamente con el recordatorio que la muerte llega, y que esta llega (dentro de un margen) por azar. Así que los calendarios y los números serán otra de las obsesiones del artista y en el fondo otro material pobre con el que hacer arte.

Y con la ironía del artista, la exposición cierra el circulo terminando con algo muy parecido con el que se nos presentaba; con la serie Aerei, cuadros de gran formato coloreados con bolígrafos azules, negros, verdes y rojos en los cuales hay representados aviones en un cielo ficticio. Pero, ¿No podría ser esto una metáfora que cierra la exposición y el circulo de la vida de Alighiero o de Boetti?


Lena Solà Nogué