martes, 6 de diciembre de 2011

JUGANDO A JUGAR

Del 5 de octubre de 2011 al 5 de febrero del 2012, la tercera planta del edificio Sabatini del MNCARS acoge para el público una gran retrospectiva en colaboración con la Tate Modern de Londres y el MoMA de Nueva York sobre el artista natural de Turín Alighiero Boetti, con una meticulosa selección de más de cien piezas en las que el juego, la repetición, el arte postal y la objetualidad cobran sentido por el artista, para dotarlas de una importancia de primera instancia en lo que se refiere al recorrido de su trayectoria entre los años sesenta y la fecha de su muerte. A través de las salas del museo y siguiendo un itinerario un tanto caótico pero lleno de sorpresas, nos adentramos en esta exposición comisariada por Lynne Cooke, Mark Godfrey uy Christian Rattermeyer cuyo título Estrategia de juego nos confina hacia un aspecto en concreto: el hecho de que para el artista, el juego, la apuesta y el azar, en el sentido de lo temporal y lo metafísico construyen el asunto principal de su obra.


Se hace evidente que Boetti no recibió formación en sus inicios como artista, pero si observamos algunas de sus primeras obras expuestas, vemos como en sus orígenes más vinculados al arte povera, comenzó a realizar unas obras realmente imaginativas aunque por desgracia sus primeros ejemplos apenas sobrevivieran. Resalta el interés del artista hacia las artes visuales y también se hace notable cómo a partir de la segunda mitad de los años 60 se movió en un entorno en el que la juventud era consciente de que la experimentación en el juego y la performance eran aspectos esenciales en el arte de ese momento. En 1969 se desvinculó del grupo italiano de artistas povera y comenzó una etapa más personal, cuyos ejemplos paradigmáticos los podemos encontrar en las salas del museo que acogen sus conocidos tapices bordados sobre lino.


Alighiero Boetti, o Alighiero e Boetti - como se haría llamar en esta etapa - entendía por "jugar con las cosas" como un complejo proceso por reintentar, o reinterpretar las palabras y los números, las letras del alfabeto y trabajar con los conceptos del orden y el desorden a través de la plasticidad de sus obras, así como codificarlas a través de unas reglas de juego que como según dijo: "Quien no las conoce, nunca verá el orden que reina en las cosas. Es como mirar una noche estrellada. Quien no conozca el orden de las estrellas, solo verá confusión, mientras que un astrónomo tendrá una visión muy clara de las cosas". Por tanto hemos de enfrentarnos ante un problema semiológico antes para entender su producción más compleja.


En definitiva, la idea de estrategia en Alighiero Boetti es por tanto esencial en su obra y aun sin haber recibido una formación, tenía muy presente las nuevas manifestaciones artísticas, para lo que se sirvió del arte conceptual, el de Sol LeWitt, del que fue amigo. La idea se convierte en un elemento esencial que se hace muy fuerte, así como el concepto, que son los que le van a otorgar ese sentido particular a la obra. Por poner un ejemplo, en las muestras telegráficas de Boetti enviadas por el artista, obras en las que el servicio postal entra directamente en juego, existe la noción de duplicación, en una mirada retrospectiva a su vida, sin dejar de tener en cuenta o de ser consciente de que la obra culminaría con su propia muerte.


Guillermo Cacharrón Centeno

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