jueves, 20 de octubre de 2011

Los repertorios del absurdo. Reflexiones desde el andamio.

Artista: Maja Bajevic.
Título: Continuará.
Lugar: Palacio de Cristal del Parque del Buen Retiro. (MNCARS)
Fechas: 27 Mayo- 3 Octubre.


Una de las frases más célebres de Unamuno reza: “Sólo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible”. Tal afirmación parece puesta en boca de Maja Bajevic para dar forma a la instalación que El Palacio de Cristal ha resguardado hasta el pasado día 3 de Octubre de cagadas indiscretas. Muchos pájaros conservadores sobrevuelan el eclecticismo de propuestas de esta naturaleza con el pernicioso afán de denostar la actitud crítica que mueve a la artista, incidiendo siempre en las carencias del planteamiento. No obstante, como Bourriaud argumenta, esta clase de muestras artísticas deben considerarse desde una óptica posmoderna en que los criterios dogmáticos y estéticos del arte anterior han quedado obsoletos. Ya no es sólo el concepto lo que busca expresarse, también el propio cuestionamiento del fin, de ese fin que Unamuno nombraba imposible y que Maja cree que, por su misma condición, es inalcanzable. La Historia de las pretensiones está lejos de ser la Historia de los resultados y aquellos que observan desde la distancia este continuo de frustraciones ideológicas están cansados y trasladan el fin al propio proceso. El cambio es el fin, el cambio es “lo imposible”.

Un escueto y sobrio cajón gris en mitad del Palacio contiene una abundante selección de eslóganes que picotean aquí y allá de cien años de proclamas hipócritas y seductoras consignas. Cien años en que la derecha, la izquierda, la religión y el consumo han abusado de fórmulas intercambiables. Este trabajo, ensombrecido por las otras instalaciones de la exposición, es en realidad su verdadero centro ideológico, la ironía explicada y archivada respondiendo a criterios azarosos en los que se reflejan los derroteros que ha tomado la producción de Bajevic. La mordacidad del planteamiento, sin embargo, recae en los proyectos satélite de este centro, más físicos y experimentables.
Toda la carrera de la artista tiene un cariz político, pero es en este conjunto de proyectos complementarios en que ha querido soltar su más amarga carcajada hacia el Sistema: Ironiza sobre la capacidad de la Humanidad para hacer Historia, cuestiona su objetividad, reduce la Política a un vaivén estipulado y hace una reflexión sobre los avatares que la Masa ha sufrido desde su misma definición como concepto dentro de la Sociedad. Todo en mayúsculas y subrayado, pero sin perder esa nota de humor que es el consuelo y el más auténtico poder del Hombre como ente individual.
El Monumento (de nuevo mayúsculas) es un gigantesco pedestal vacío en que el espectador se torna desproporcionada y nerviosa estatua. Dos salidas existen a esta tesitura: la bajada por la escalera de andamios que rodea la plataforma o por el tobogán que remata su parte trasera. El hecho de que el recorrido de subida se jalone de los cinco vídeos que forman su proyecto Wende de 2010 es posiblemente lo que motiva esta escapada lúdica: Poca gente quiere volver la vista atrás y ver de nuevo los traumas históricos que reflejan las pantallas.
Andamios es también el material con que se lleva a cabo la performance en que durante cuatro horas se ensucian y escriben los muros transparentes del Palacio. De nuevo eslóganes, aunque mezclados con la espontaneidad participativa de más de un visitante. El carácter de juego vuelve a aunarse con el de fugacidad temporal, fórmulas efímeras, etc. Toda esta impresión se ve reforzada por la música ambiental en disonancias operísticas que reproducen una vez más las consabidas consignas.

Por si fuera poco, con nocturnidad y alevosía una máquina inunda de vapor el interior de la instalación, proyectando sobre él más frases recopiladas. Mil y un significados aplicables a esta reflexión. El más claro de todos ellos: Darle a todo aquel que busque un fin un buen principio.


Marcos Arranz Melero.

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