martes, 25 de octubre de 2011

PARA GANAR EN EL JUEGO HAY QUE SER UN BUEN ESTRATEGA

El italiano Alighiero Boetti era un hombre muy interesado por el juego y el paso del tiempo. Y ello queda reflejado en esta exposición, la cual posee un corte bastante academicista, muy diferente al concepto de arte povera que el artista italiano propugnaba en sus primeros años.
“Estrategias de juego”. Así es como se llama esta exposición del artista nacido en Turín que muriera hace ya más de quince años. Es una exposición muy extensa que recubre gran parte de la tercera planta del Museo Centro de Arte Reina Sofía.
Es una exposición que puede desubicarnos ya que la vinculación entre las diferentes salas es muy relativa. Telegramas y relojes, como muestra el paso del tiempo, junto a una introducción de Roma al mundo, en un color azul cielo que nos dice. “Todos somos del mismo mundo”. Es sin lugar a dudas la parte más sublime de toda la exposición. Sublime como definición de Edmund Burke. Alejado de todo tipo de belleza sensorial. Ese sexto sentido que propugnara el artista italiano.
A continuación en nuestro paseo por la exposición nos encontraremos con una serie de bordados que representan diferentes mapas ochenteros, con las banderas de los países que los componían. No deja de ser un arte suntuario. ¿Por qué introducirlo como una pieza fundamental dentro de las convicciones del arte contemporáneo? ¿Que tiene de critico y novedoso? Es seguir las bases del nihilismo que tantos autores defenderían a finales del siglo pasado. Y más cuando encuentro una sala casi en su totalidad expuesta completamente de alfombras. No voy a decir que las alfombras carezcan de utilidad y más ahora que llega el invierno y nos permite un calorcito en la zona de los pies, que es de agradecer. Pero ¿Por qué? Como diría Mourinho. Aunque tenga su componente de azar no deja de ser una reproductividad técnica. Si queremos una reproductividad ya tenemos las cacotas de Piero Manzoni, es algo que sale de muy a dentro del artista y que posee ese carácter de originalidad frente a estas alfombras.
Pero cuando mi paciencia se estaba acabando encuentro una maraña de animales que me conmueven. Es un bordado, pero diferente. Ese juego de combinaciones, ese horror vacui al estilo “El Bosco” en “El jardín de las delicias” me conmueve. Y más aun cuando encuentro otro ejemplo de maraña compuesta por aviones, un lienzo que podía ser expuesto perfectamente en el aeropuerto de Barajas y que muestra ese juego del caos. Juego de caos que también se nos quiere mostrar con esa cantidad de correspondencia italiana que encontramos en la sala anterior a los “Aviones”. Caos, paso del tiempo. El artista italiano es un verdadero estratega.
Y más cuando uno se encuentra el tablero de ajedrez en el centro de una de las salas. El ajedrez es el juego por excelencia de un estratega. Es la inteligencia expuesta sobre un tablero de casillas que hay que saber dominar. Nosotros somos los peones, y Boetti es la reina, puede moverse a cualquier lado y es el verdadero defensor del rey. Por lo tanto es la clave del juego.
El artista italiano pensaba que eran tan estratega que podía incluso llegar pronosticar su propia muerte. En bastantes de sus obras hay una serie de dígitos que corresponden al año 2020. Pero nuestro “Nostradamus” no llego ni si quiera a poder ver el siglo XXI.
Siglo que si pudiera haber vivido estoy seguro que hubiera cambiado su perspectiva del mundo del arte.


Exposición Alighiero Boetti. Estrategia de juego. Museo Centro de Arte Reina Sofía

Roberto Jesus Diaz Jauregui

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