El pasado sábado 1 de octubre me dirigí a ver TO BE CONTINUED de Maja Bajevic (Sarajevo, 1967) y ese fue el primer error cometido (ir el sábado) o quizás pudo ser el mayor acierto, todavía no lo tengo claro. Recuerdo que fue un día bastante caluroso y el Parque del Retiro estaba, sinceramente, plagado de personas….pero tras el paseo y el calor me vi frente al Palacio de Cristal, allí estaba yo, cara a una cincuentena de personas. Recuerdo niños, muchos niños; y lo que hacían: subir y bajar del tobogán como verdaderos seres enloquecidos. Del mismo modo me acuerdo de personas más mayores, en edad, (probablemente los padres o cuidadores de esos niños) bordeando los andamios, una y otra vez rodeaban el monumento, queriendo encontrar no sé muy bien, todavía, que cosa, y fue el momento en el que me senté y me pregunté ¿Qué es todo esto? ¿Hacia dónde caminamos?
Seguimos sin QUERER entender el arte contemporáneo, el arte de hoy, de nuestros días, el que nos pertenece y probablemente, por este motivo, el de mejor comprensión, pero no, preferimos, nos sentimos más cómodos frente a Sandro Botticelli, creemos entender mejor La Primavera o El Nacimiento de Venus, pero nos mentimos porque no sabemos lo que hay detrás, tendríamos que leer De rerum natura de Lucrecio, Fastos de Ovidio o Odas de Horacio pero no lo hacemos y simplemente decimos haber disfrutado de una experiencia estética por haber identificado a una mujer de cabellos, etc.
Volviendo a la exposición, y aquella cincuentena de personas; en la entrada tendría que haber un cartel poniendo: ¡rogamos observen! o ¡al menos lean el panfleto de la muestra! Simplemente fijándonos un poco, encontraríamos todos esos eslóganes políticos y económicos: Libertad, democracia y justicia!, El dictador se ha ido pero la verdadera dictadura continúa. ¡Fuera!, la libertad de una sociedad se mide por la libertad,…y caeríamos en la cuenta del aire de la exposición. Del mismo modo al ver los andamios nos cuestionaríamos si el monumento acaba de construirse o se desmontará en breves momentos, pero principalmente, la utilidad práctica del mismo, pues es el medio que te permite subir al monumento e incluso bajar a no ser que te tires por el tobogán.
En mi opinión, todavía, nos queda mucho para poder apreciar y valorar el arte pero debemos empezar por nosotros mismos, tener la inquietud de hacer pequeñas investigaciones siempre que queramos entender el porqué de las preguntas que nos hacen los artistas mediante sus obras de arte. Por tanto menos museo por museo y más centros de arte si es realmente lo que hoy necesitamos, más departamentos de educación en los mismos,más…
Por otro lado, quisiera destacar el vídeo con el título WENDE (punto de giro. Término usado por primera vez para describir la caída del muro de Berlín) y la introducción de acontecimientos históricos y políticos en un edificio virgen hasta el momento, el Palacio de Cristal.
Referente al monumento (como anti monumento), sin estatua “lo que adoramos hoy puede no ser lo que adoremos mañana” del mismo modo que los eslóganes como la única verdad posible, pero que son repetidos años por año. Por tanto, destaco la idea de lo efímero.
Probablemente ha sido de las tres exposiciones vistas hasta ahora (“Blockhouse, sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia” de Avelino Sala, “La abstracción en la realidad” de José Manuel Ballester) la que más me ha hecho reflexionar sobre las verdades y las mentiras del arte contemporáneo.
MAJA BAJEVIC. TO BE CONTINUED. Palacio de Cristal.
BEA CARBAJO
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