lunes, 24 de octubre de 2011

UNA MAIJA EN “ LA ESTUFA FRÍA”

Enrique Delgado de Francisco. Grupo 81
”Continuará” es una performance creada especialmente para el espacio expositivo del Palacio de Cristal en el Parque del Retiro de Madrid por la artista bosnia Maija Bajevic (Sarajevo 1967).
Es ciertamente significativo el lugar que ha elegido Bajevic para su actividad multidisciplinar. Un espacio para la luz, para la vida, para la transparencia. El mismo en el que fuera elegido presidente de la República Española D. Manuel Azaña y que fue levantado para la Exposición de las Islas Filipinas del año 1887 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco como un paraíso para los árboles y flores de aquella parte exótica del mundo, también sometida por las ansias de expansión colonial.
Los múltiples eslóganes y consignas elegidos por la artista bosnia no podría tener un habitáculo más apropiado para que germinen con generosidad, sin temor a los crudos fríos del invierno social que estamos viviendo, al igual que la variada y exuberante flora de Filipinas lo necesitaba para no sucumbir durante el extremado verano madrileño.
Sobre una especie de atril pétreo, las consignas y eslóganes elegidos se hallan clasificadas por su antigüedad, por su signo político, por su marcado carácter económico, incluso, al azar; pero al estilo de un viejo juego infantil que consiste en encadenar palabras o frases. (la palabra final servirá para iniciar la consigna siguiente).
A primera vista parece un tanto contradictoria la razón por la que Bajevic ha elegido esos eslóganes y no otros, puesto que, según sus propias palabras, le interesan solamente aquéllos que defienden una “única” verdad. Sin embargo, en la exposición nos encontramos con unos cuantos que han sido utilizados indistintamente por empresarios y trabajadores, por facciones, grupos y partidos políticos de muy diferente ideología o por gobernantes y subordinados.
Tal vez, sea cierto que unos y otros defienden “su verdad”, aunque, me temo que no sea la “única”; la auténtica. O tal vez pretenda Maija sacar de contexto esas consignas para demostrar que, a pesar de haber sido en muchos casos mal utilizadas o manipuladas, han contribuido también al desarrollo social y al gran cambio histórico producido durante la última centuria.
Sobre el lugar que ocupaba un antiguo pilón para las plantas acuáticas, Maija ha montado un enorme pedestal de hormigón al que los visitantes pueden acceder por una escalera y que los convierte fugazmente en estatuas vivientes. Estatuas que tienen una vida tan arriesgada como la rampa del tobogán dispuesto para descender.
Una vez arriba del gran pedestal, aunque también son medianamente visibles desde abajo, asistes, en el gran friso de cinco pantallas de video, a algunos de los diferentes e importantes acontecimientos que ha vivido el mundo en los últimos cien años; especialmente en la tierra de Bajevic, la antigua Yugoslavia, y que forman parte de la película Wende (giro, vuelta) realizada por la artista en 2010.
Desde ese gran pedestal se observa toda la gran catedral de vidrio con una perspectiva diferente. Las voces que repiten consignas se hacen ininteligibles y el garabateo adquiere tintes de pintada callejera.
Al descender, comprendes la faena que están realizando. Se ve cómo, sobre el vidrio emborronado, van escribiendo con el dedo los eslóganes de Maija; algunos de los que aportan los visitantes, en vivo y en directo.
De los cristales, sostenidos por columnas jónicas, quedan suspendidos los mensajes de la lucha y de la opresión; de las guerras y de las algaradas callejeras, conviviendo la cultura ancestral con el momento.
Y, desde lo alto de basílica de cristal, los grutescos con cabezas de ánades de Zuloaga son testigos mudos de esta pugna entre violencia, poder, libertad e identidad.

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