lunes, 17 de octubre de 2011

Íñigo González-Adalid Alcalá Galiano


Avelino Sala: Blockhouse-reflexión

En la madrileña galería de Raquel Ponce se ha expuesto hasta hace poco el último trabajo del reivindicativo artista Avelino Sala. Esta exposición es un ejemplo más, que nos demuestra que sólo cuando el sistema en el que nos vemos obligados a formar parte y vivir se resiente o simplemente hace “crack”, perdemos las comodidades que nos anestesian y nos hacen olvidar nuestra mecánica función como elementos de una enorme fábrica que debe funcionar, es cuando surge la necesidad de una toma de nivel de conciencia. Numerosos artistas, pintores, escritores, actores o directores han demostrado durante siglos que es en estos momentos de pérdida cuando solo podemos recurrir al Arte como herramienta capaz de transmitir los valores necesarios para llevar a cabo la necesaria reflexión y como consecuencia de ello una toma de conciencia. Claro está que esta potente arma puede utilizarse asi para el bien como para el mar, para sanar o para manipular, para el beneficio común o el personal.

Parece ser que este ideal es el que ha llevado a Avelino Sala a poner su talento al servicio de una causa hasta entonces muda o silenciada, al menos para muchos, o al menos para mi. Me refiero a la penosa y desesperada situación que están atravesando los trabajadores de los astilleros de Gijón que ahora se ven obligados a luchar por mantener su modo de subsistencia.


Avelino sala, nacido precisamente en la ciudad portuaria de Gijón con una parte importante de su formación artística desarrollada en el Reino Unido es un artista de gran proyección internacional. Sus obras han sido expuestas tanto en Europa ( Les Recontres Internacionales, MNCARS o Madrid) como en Estados Unidos (Hostil en la Galería Vèldere de Nueva York). Aunque su especialización es la técnica del dibujo, ha probado numerosos soportes artísticos, experimentando su creatividad tanto en video como en fotografía.

Más concretamente en esta exposición nos encontramos ante dos instalaciones acompañadas por acuarelas y gouaches. En ellas materializa un grito de reflexión mediante el ejemplo de los trabajadores de los astilleros de Gijón. Sus creaciones manifiestan las dificultades del individuo que se opone a todo un sistema hasta ahora dado por hecho. El empleo de torres de libros nos recuerda la importancia de la cultura como única herramienta liberadora capaz de hacernos despertar del pasivo y agridulce sueño. De ahí que disponga a modo de barricada libros lacados en negro que parecen proteger un frase escrita en latín, representante por excelencia del saber Greco-latino, del que somos herederos. Esta provocadora frase; sapere aude puede traducirse al castellano como; atrevete a conocer.

Por otro lado encontramos numerosas acuarelas colocadas sobre los muros de las salas, aparecen sin marco, quizá para eliminar toda posible distancia entre arte y espectador o para recrear un ambiente urbano, ya que es en la grandes ciudades donde se inicia este proceso de cambio, siendo allí donde la situación se presenta más adversa. En estas imagenes se aprecia el brutal contraste entre el milagro natural materializado en el paisaje y la brutalidad del “desarrollo humano” que con la industria extiende una masa gris que ahoga a esos paisajes.

En la misma línea de arte urbano y callejero presenta a modo de graffiti numerosas alusiones al conocimiento clásico que a través de Séneca o Virgilio manifiestan la necesidad de lucha social por el conocimiento y por lo tanto por la libertad.



La sala resulta adecuada para albergar esta exposición, al ser diáfana y amplia permite una óptima apreciación de algunas de las obras tridimensionales. Además resulta muy adecuada la dualidad cromática entre blanco y negro que conecta directamente con la idea madre que encarna toda la exposición. Las obras están todas conectadas entre sí y se pueden recorrer mediante un itinerario claro y sencillo que se clausura con lo que podríamos considerar es la conclusión de todo ese espectáculo creativo; La fortuna ayuda a los valientes.

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