domingo, 16 de octubre de 2011

La cultura como resistencia en tiempos de crisis

BlockHouse
Avelino Sala
Galería Raquel Ponce

La pieza central de la exposición titulada BlockHouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia es una instalación escultórica a modo de gran barricada semicircular. Está compuesta por más de quinientos libros lacados en negro. En la pared, escrito con graffiti, vemos la expresión latina SAPERE AUDE "atrévete a saber". Avelino Sala (Gijón 1972) nos propone así un espacio de resistencia para el momento de crisis que vivimos, no sólo económica. Se trata de una trinchera simbólica, una metáfora del poder reivindicativo del arte y de la cultura en general. La forma circular de la barricada delimita el espacio intensificando su efecto simbólico, creando no sólo un espacio metafórico de resistencia sino también un espacio físico; una trinchera tras la cual el ser humano puede protegerse pero también un lugar desde el que articular un discurso de acción.

Sala utiliza recursos del arte callejero (vinculado a la acción social), como los grafiti, para subrayar la idea de resistencia urbana; incluso expone unos botes de spray (también lacados en negro). Todos los elementos de la exposición contribuyen a crear un ambiente de enfrentamiento, de conflicto.

El conflicto por el cierre de Naval Gijón, en su ciudad natal, está presente en este proyecto. Una serie de acuarelas retratan la lucha y el ambiente portuario. Los colores de las acuarelas y los gouaches contrastan con el negro, predominante en toda la exposición. De la misma forma, la textura espesa del lacado de los libros, intensamente matérica, contrasta con la técnica aguada de la acuarela.
En su instalación los libros han sustituido a los neumáticos en las barricadas. Sala convoca al espectador a una lucha silenciosa, a una resistencia intelectual. El libro adquiere una dimensión simbólica, es propuesto por el autor como la herramienta necesaria en el conflicto actual. Subraya su dimensión matérica y física -los libros usados como material de construcción- para reflexionar sobre su dimensión intelectual, donde desempeña también una función constructiva.

La otra gran pieza de la exposición es una representación del artista como un diminuto manifestante subido a una pila de libros frente a una serie de cartulinas en las que están representados agentes de la fuerzas del orden, antidisturbios. Aparecen como una fuerza opresora, completamente cubiertos por sus cascos y escudos, a modo de armaduras; no parecen figuras humanas. El reducido tamaño del artista sugiere la idea de la limitación del poder de acción del arte aunque al mismo tiempo se erige sobre una pila de libros proponiendo una vez más la cultura como la herramienta necesaria.

Avelino Sala reivindica el papel de resistencia de la cultura en un momento de crisis como el que estamos viviendo y como la solución más efectiva a la indolencia reinante.
Carmen Esteve Sevila

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