lunes, 17 de octubre de 2011

ESPACIOS & VACIOS

José Manuel Ballester, “La Abstracción en la realidad”.
Sala de exposiciones Alcalá 31, Madrid.

Lo que José Manuel Ballester (premio Nacional de Fotografía 2010) nos expone en esta colección, es una muestra del trabajo llevado a cabo por este, en los últimos cincos años de su carrera. Una dualidad entre el espacio arquitectónico y el vacio.
Una obra en la que se nos muestran espacios vacios sin figuraciones simplemente en los que se muestra la belleza de la arquitectura y en la que el espectador parece adentrarse dentro del espacio, haciéndole de este modo participe de la obra. n tema que se abre directamente a la imaginación del espectador que es posible gracias a que el fotógrafo capta un punto de vista del interior de las arquitecturas distinto al habitual, en la que juega con los espacios y la luz provenientes de estos y que dotan a la fotografía de una gran magnificencia. Espacios cotidianos, espacio públicos, museos de todo el mundo, una visión de la realidad que habitualmente obviamos y que no sabemos apreciar.
Una realidad abstracta como se titula dicha exposición se tratan de lugares concretos pero en los que es difícil reconocer el lugar del que se trata.

Este efecto de realidad en la que el espectador parece ser participe de la propia fotografía que consigue el fotógrafo y pintor esta propiciado también por la forma en la que las obras están expuestas en algunas ocasiones mas acertadas que en otras, ya que algunas de las fotografías quedan semicultas a la vista del espectador y en zonas ensombrecidas que distorsionan la realidad.
José Manuel Ballester pone de manifiesto en esta exposición la belleza de las arquitecturas contemporáneas, líneas simples, sobrias, que habitualmente solemos infravalorar equiparándolas con los edificios más antiguos, clásicos en los cuales se encuentra un valor mayor y una belleza superior que en muchos casos no se corresponden con la realidad y que sobrevaloramos.
Una admiración por dichas arquitecturas que viene dada por el gusto de un “publico de masas”, es decir cuando un gran numero de población siente agrado por una determinada arquitectura y esta adquiere popularidad, toda la población admirara dicha arquitectura, porque esta se vuelve un reclamo popular sobreponiéndola a otras arquitecturas superiores a está, pero de menor popularidad.
Esto unido a diversos factores como la sociedad en la que vivimos continuamente estresada con prisas, la cotidianidad hace que obviemos aquellos aspectos que tenemos más cercanos y esto es lo que resalta Ballester en esta exposición la belleza de las líneas puras de las arquitecturas contemporáneas, las cuales habitualmente obviamos. Esto queda reflejado en una de las fotografías en la que únicamente aparece una figura que aparece difuminada en un movimiento veloz, imposible de captar por la cámara.

En definitiva, de lo que se trata es de una apuesta por la reflexión, una toma de conciencia de los espacios por los que habitualmente pasamos inadvertidos y una clara apuesta por el avance. Una necesidad de reencuentro con nosotros mismos.
Técnicamente un rasgo característico que se hace perceptible a lo largo de toda la obra de Ballester es que sus fotografías parecen asemejarse mas a una pintura que a lo que comúnmente conocemos como fotografía, y esto es debido principalmente a que estas están impresas en lienzo en lugar del papel fotográfico habitual. Una forma original de aunar las dos artes plásticas pintura y fotografía, junto con otra, la arquitectura, en definitiva una nueva técnica, un nuevo arte. Una salida de lo habitual, una ruptura con el academismo en la que la sociedad vive inmersa, una apuesta por el arte, por el arte contemporáneo.

María Carro Páez

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