MAJA BAJEVIC
CONTINUARÁ
Bajo un palacio bellamente acristalado que nos empuja a la más dulce somnolencia nos encontramos con la instalación de la artista Maja Bajevic: un tobogán grisáceo que culmina una especie de monumento “no culminado”, entre voces oníricas a capella que cantan eslóganes de tiempos lejanos y no tan lejanos y una máquina de vapor que tan sólo funciona de noche.
Estamos ante la obra “Continuará”. Una instalación impresionante ya de por sí, pero más aún en el interior del Palacio de Cristal del Retiro; un conjunto que parece no haber sido tocado por ninguno de los conflictos históricos y políticos que alberga en su interior. Cien años de historia son los que Maja ha querido introducir en este bello Palacio (1900-2011); piezas que implican al espectador y le hacen reflexionar.
Maja Bajevic es una artista observadora de los eventos sociales e históricos de nuestro mundo e investigadora de los impactos sociales que estos acontecimientos traen consigo.
Como hizo en su performance Women At Work, donde cinco mujeres víctimas de la masacre de Srebrenica lavan ropa en la que hay escritos lemas de la época del dictador Tito, hasta que éstos, finalmente, acaban por desaparecer. Bella metáfora sin duda la de Washing Up, donde las verdades de la dictadura terminan desapareciendo y son sucedidas por otras nuevas, donde te das cuenta de que lo que hoy es cierto mañana ya no lo será.
Y es lo que el “anti-monumento” también expresa, rodeado de andamios, con lo que no sabemos si se está montando o si está siendo desmontado, colocándolo en un tiempo que está a medias. Los vídeos, titulados Wende, (término usado para referirse a la caída del Muro de Berlín) que significa giro, viraje: cambios; como ese muro invisible que separa a dos agrupaciones de personas que no gesticulan, que carecen de expresión, que siguen a la masa ciegamente, donde no hay lugar al pensamiento individual… Muro que termina por desaparecer, que permite la disolución de esa masa, que ahora se mezcla, se saluda, se comunica en un nuevo período histórico.
Efímero. Es un término que destaca en el interior del Palacio de Cristal. Esas palabras escritas sobre polvo, borradas y escritas de nuevo, símbolos de épocas pasadas, que desaparecen y pierden su sentido al ser interpretadas por una voz soprano, o proyectadas de noche por una máquina de vapor, cuando nadie lo ve…Y otra vez el monumento sin estatua, que es un tobogán, liberador de las masas que adoran un día una cosa que al siguiente será otra…
Y al tirarme por el tobogán es cuando desperté, pues todo había parecido una ensoñación: la ensoñación de la historia cambiante, en la que se es parte de la masa, de un período histórico que está a caballo entre el anterior y el siguiente; una época que nos parece del todo cierta pero que, como ocurrió en Octubre de 1917 en San Petersburgo o en el llamado “Mayo Francés” en 1968 la sociedad decide deslizarse por el tobogán, despertar, cuestionar la situación en la que se vive y dar paso a una revolución para hacer un llamamiento al cambio. En este punto, es importante poner especial atención al título de la obra de Bajevic: “Continuará”.
¿Por qué? Porque en el momento en el que Maja estaba preparando su instalación surgieron los levantamientos del Oriente Medio, seguidos por las protestas en Marzo en la ciudad de Londres o el 15-M en España así como está ocurriendo ahora en otros lugares del mundo. Por todo esto un Continuará, una obra que no está terminada. Porque la historia sigue, continúa cambiando y cambiará de nuevo.
Mariela Bargueño Rodríguez
CONTINUARÁ
Bajo un palacio bellamente acristalado que nos empuja a la más dulce somnolencia nos encontramos con la instalación de la artista Maja Bajevic: un tobogán grisáceo que culmina una especie de monumento “no culminado”, entre voces oníricas a capella que cantan eslóganes de tiempos lejanos y no tan lejanos y una máquina de vapor que tan sólo funciona de noche.
Estamos ante la obra “Continuará”. Una instalación impresionante ya de por sí, pero más aún en el interior del Palacio de Cristal del Retiro; un conjunto que parece no haber sido tocado por ninguno de los conflictos históricos y políticos que alberga en su interior. Cien años de historia son los que Maja ha querido introducir en este bello Palacio (1900-2011); piezas que implican al espectador y le hacen reflexionar.
Maja Bajevic es una artista observadora de los eventos sociales e históricos de nuestro mundo e investigadora de los impactos sociales que estos acontecimientos traen consigo.
Como hizo en su performance Women At Work, donde cinco mujeres víctimas de la masacre de Srebrenica lavan ropa en la que hay escritos lemas de la época del dictador Tito, hasta que éstos, finalmente, acaban por desaparecer. Bella metáfora sin duda la de Washing Up, donde las verdades de la dictadura terminan desapareciendo y son sucedidas por otras nuevas, donde te das cuenta de que lo que hoy es cierto mañana ya no lo será.
Y es lo que el “anti-monumento” también expresa, rodeado de andamios, con lo que no sabemos si se está montando o si está siendo desmontado, colocándolo en un tiempo que está a medias. Los vídeos, titulados Wende, (término usado para referirse a la caída del Muro de Berlín) que significa giro, viraje: cambios; como ese muro invisible que separa a dos agrupaciones de personas que no gesticulan, que carecen de expresión, que siguen a la masa ciegamente, donde no hay lugar al pensamiento individual… Muro que termina por desaparecer, que permite la disolución de esa masa, que ahora se mezcla, se saluda, se comunica en un nuevo período histórico.
Efímero. Es un término que destaca en el interior del Palacio de Cristal. Esas palabras escritas sobre polvo, borradas y escritas de nuevo, símbolos de épocas pasadas, que desaparecen y pierden su sentido al ser interpretadas por una voz soprano, o proyectadas de noche por una máquina de vapor, cuando nadie lo ve…Y otra vez el monumento sin estatua, que es un tobogán, liberador de las masas que adoran un día una cosa que al siguiente será otra…
Y al tirarme por el tobogán es cuando desperté, pues todo había parecido una ensoñación: la ensoñación de la historia cambiante, en la que se es parte de la masa, de un período histórico que está a caballo entre el anterior y el siguiente; una época que nos parece del todo cierta pero que, como ocurrió en Octubre de 1917 en San Petersburgo o en el llamado “Mayo Francés” en 1968 la sociedad decide deslizarse por el tobogán, despertar, cuestionar la situación en la que se vive y dar paso a una revolución para hacer un llamamiento al cambio. En este punto, es importante poner especial atención al título de la obra de Bajevic: “Continuará”.
¿Por qué? Porque en el momento en el que Maja estaba preparando su instalación surgieron los levantamientos del Oriente Medio, seguidos por las protestas en Marzo en la ciudad de Londres o el 15-M en España así como está ocurriendo ahora en otros lugares del mundo. Por todo esto un Continuará, una obra que no está terminada. Porque la historia sigue, continúa cambiando y cambiará de nuevo.
Mariela Bargueño Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario