martes, 25 de octubre de 2011

Lo que tu digas Maja

Continuará

Palacio de Cristal del Retiro

Maja Bajevic

Es difícil el arte contemporáneo, cada tiempo tiene su arte como solía decirse en la secesión, y en nuestra época resulta convulso y extremo, se intenta llevar todo más allá y llegar a donde nadie había llegado, pero a veces no basta con eso. La exposición de Maja en el Palacio de Cristal es una muestra de ese arte de su tiempo, que trata los problemas de nuestra sociedad, la inconformidad de la gente ante una crisis global, los movimientos contra la clase política o las revueltas del norte de África, y trata de hacerlo mediante una plataforma de hormigón con rampa en la que el espectador puede participar en la performance tirándose por ella.

Quedó bien claro en su momento que el arte no puede cambiar a la sociedad, y espero que no sea esa la intención de la artista Maja Bajevic, no lo conseguirá. El acompañamiento de sonido con los eslóganes que podemos ver en el andamio frente a la plataforma nos muestra el interés de Maja por la lucha social y contra la injusticia, además de los cinco monitores reproduciendo su propio documental del año anterior titulado Wende, pero a mi siguen sin decirme mucho.

En un primer momento, al ver la obra, y sin saber de qué iba el tema de la misma, me gustó más que al ver lo que la artista trataba de hacernos llegar, pero con esto no quiero decir que en algún momento me gustase la obra. Hay muchas formas de hacer arte, y la de Bajevic no es de mi agrado. No veo originalidad en su obra, ni técnica, ni una gran idea. A su favor tengo que decir que veo interesante la colaboración de los trabajadores en paro, ahí sí que hay algo de originalidad, aunque dudo mucho que los indignados del 15 M , los africanos o los afectados por las guerras se sientan representados por esta obra.

La idea que intenta transmitirnos de que los cambios son lo único estable de la historia, me parece tan obvia, que es mejor pasarla por alto, pues la vida es cambio constante. Y espero que no esperase cambiar nada con esta obra, pues volverá a decepcionarse.

No es mi intención ser un dinamitero, es más, mis críticas suelen ser positivas, porque soy fácil de impresionar, lo reconozco, pero en ningún momento me ha agradado esta performance. Es interesante el tema que trata, pero no tanto el cómo lo trata, no consigo relacionar una plataforma con la injusticia o con el cambio. En mi opinión una planta mustia con riego automático habría surgido más efecto.

Víctor Hugo García Jiménez

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