miércoles, 5 de octubre de 2011

"AVELINO, ITE DOMUM" y algunas Teorías Artísticas Contemporáneas (1)

Fernando Abad Aguado (Madrid, 4 de octubre de 2011).

La expo-instalación de Avelino Sala en la galería de Raquel Ponce en Madrid es probablemente el mejor reflejo de cómo se encuentra la cultura occidental de nuestros días. Si el arte es el reflejo de las preocupaciones, pasiones y estadíos anímicos del ser humano, y el artista su tamiz y catalizador, no se puede reprochar en absoluto que la manifestación de Avelino se encuentre en el mismo precipicio abisal en el que se sitúan actualmente las sociedades herederas de Grecia y Roma.

El mensaje trata de ser reivindicativo y político-subversivo, y lo es. Pero si atendemos que lo político se ha prostituido y desvirtuado de su original sentido de lo que preocupa y acontece al ser humano como “animal social” (Zóon politikon, Aristóteles, Libro I de Política), como único animal que además de ser social, es ser político, parecería que un mensaje en contra de lo político hoy en día resultaría igual de pervertido y desvirtuado. Pero la culpa no es del artista.

Que Avelino se valga de aforismos en latín suscita el que se produzca quizá un alejamiento de las verdaderas preocupaciones de lo social. Y es que el hecho de que recurra a este lenguaje comunicativo provoca que la masa no empatice con el diálogo comunicativo que el arte representa como ejercicio en el que participan un emisor, un mensaje y un receptor, -además del contexto, canal y situación-. Más allá de unos cuantos filólogos y unos cuantos menos catedráticos, pocos más podrán entender una forma comunicativa que, en lo real, está bastante desfasada. Como recurso cultureta de la masa de las clases medias, que a diferencia de las masas Orteguianas a día de hoy es ilustrada, puede quedar resultón y hasta gracioso, pero nada más. Creativa y artísticamente, tampoco parecería original que estos eslóganes en latín estén presentados a modo de grafiti, baste recordar al falso mesías escribiendo cien veces “Romani, ite domum” en la película del grupo Monty Phyton, La vida de Brian, 1979.


La cuestión es si la inefable labor que realizan las galerías del mundo hoy en día, más aún las españolas, por promover el diálogo entre lo social y el arte se haya convertido en otro obstáculo más para el propio desarrollo artístico. ¿No podría ser, además, que la crítica de lo artístico se haya convertido definitivamente en uno de los mayores obstáculos censores del diálogo artístico?


"Blocao":  Un Bunker Intelectivo


Desde que Miguel Ángel y Rafael reivindicaran su propia “maniera” de hacer -hasta entonces sólo era “ars”, es decir, habilidad-, resulta que el arte pasó a estar sometido ya no a demanda sino a crítica. Velázquez por su parte reclamó por la independencia del arte al vindicar por las artes liberales como muy bien ha señalado el profesor José Luis Sierra Cortés en sus estudios sobre Las Meninas y en dónde las reproducciones de los cuadros de su yerno Del Mazo sobre el tema de Apolo y Marsias conectaban de nuevo con el antiguo mensaje, tantos siglos olvidado, y por lo que recuperarían su significado para la modernidad y la contemporaneidad del arte.

Soy consciente de que no cuento mucho de esta expo-instalación: ¡Vayan a verla!, y elaboren su propio diálogo con el arte, pues, al fin y al cabo, este no debería ser exclusivo de los que jugamos a ser élite, -como minoría especializada según su etimología-, cultureta, ilustrada y quizá deslustrada de la masa, sino de todo lo social, de toda la sociedad. Porque, quizá, lo que sobra seamos los críticos y nuestras críticas, y lo que falten son artistas, sus obras y ustedes en las galerías como la de Raquel y Nacho. Pasen y vean: escultura, acuarela, guaché y algunas teorías artísticas contemporáneas.


 Avelino Sala: BlockHouse: Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia. Galería Raquel Ponce. c/Alameda 5, Madrid.
Hasta el 15 de octubre de 2011.

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