Avelino Sala, BlockHouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia. Galería Raquel Ponce.
Por Ana Isabel Cortés Lillo.
Dentro de unos pocos días tendrá lugar una manifestación de los alumnos de secundaria en contra de los recortes en la educación. Asimismo, durante este último mes también hemos visto numerosas movilizaciones de los profesores en contra de esta amputación educativa. Además, se ha anunciado que este año no habrá Noche en Blanco en Madrid debido a los problemas económicos. Estamos en un momento en el que si hay que quitar dinero de algún lado, que sea de la cultura y la educación. Frente a este panorama el artista Avelino Sala nos presenta en la galería Raquel Ponce su exposición BlockHouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia, en la que el artista nos muestra “una suerte de trinchera cultural desde la que debemos resistir”. Avelino Sala defiende que en la cultura encontraremos un oasis donde descansar del azote de la crisis y será una barricada desde la que enfrentarnos a los problemas políticos, económicos y sociales.
Nada más entrar en la sala de exposiciones, lo primero que llama nuestra atención es una barricada formada por 500 libros lacados en negro, un búnker oscuro tras el que vemos un grafiti en la pared en el que pone Sapere Aude (atrévete a saber). Desde esta barricada del conocimiento podremos resistir, enfrentarnos al desencanto social y a los problemas actuales. Posicionándonos tras este búnker o refugio de libros observamos en la pared de enfrente una acuarela de grandes dimensiones en la que se representa un amanecer dentro del que se dibujan las siluetas de dos grúas. Podemos ver esto como una metáfora de cómo mediante del conocimiento contemplaremos un nuevo amanecer, un futuro por construir. La cultura, el atreverse a conocer, puede ser el germen de un cambio.
La exposición también contiene los retratos de antisistemas anónimos, con sus rostros prácticamente ocultos, con la boca tapada, si bien, a su lado volvemos a encontrar un grafiti en color negro con una sentencia en latín. Las pintadas con espray, características el arte callejero o del mero vandalismo, pero con mensajes en latín nos transmiten esa idea de que la cultura debe tomar las calles y servir como instrumento de insurrección ante los poderes del estado.
Es también interesante en la exposición de Avelino Sala la presencia del héroe romántico. En una pared, totalmente pintada de negro, siguiendo este tono oscuro de la exposición, hallamos las figuras de distintos policías antidisturbios, la figura del enemigo, frente a la que se alza la figura solitaria de un antisistema sobre un pedestal de libros lacados en negro, al más puro estilo del héroe romántico. El artista como un héroe que se enfrenta al poder y a la fuerza de los antidisturbios apoyándose en los libros, en la cultura. Porque, como dijo Unamuno, ellos tendrán sobrada fuerza bruta, pero no razón. A través de su arte, el artista gijonés nos muestra los problemas que azotan a nuestra sociedad actual y nos propone la sabiduría como elemento resistente desde el que hacer frente a las dificultades económicas, políticas y sociales. El arte de Avelino Sala muestra estos conflictos y nos ofrece su respuesta.
Es una exposición bastante literal, cuyo significado es de fácil acceso y compresión, de interpretación abierta que permite que el espectador pueda enriquecer la obra aportando sus propias ideas e interpretaciones. Desde luego es una exhibición que nos hace reflexionar sobre la importancia de la cultura y el arte en estos momentos, de cómo nos afecta a nosotros como individuos y si esta puede cambiar la situación actual, si en verdad los libros pueden cambiar la historia.
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