miércoles, 12 de octubre de 2011

EL ESPACIO DETENIDO EN EL TIEMPO
Jose Manuel Ballester nos presenta una exposición en la Sala Alcalá 31 titulada La Abstracción en la Realidad. Este artista nace en Madrid en 1960, y se licencia en la Universidad Complutense de Madrid habiendo realizado la carrera de Bellas Artes, en el año 1984. Su carrera no comienza como fotógrafo, sino como un artista interesado en el campo de la pintura, concretamente en la pintura flamenca de los siglos XV-XVIII. Su interés por la fotografía llega en el año 1990, fotografiando tanto interiores como exteriores de diferentes países, incluyendo España. En el 2008 recibe el Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid, y hace un año, en el 2010, recibe el Premio Nacional de Fotografía.
Cuando entramos a la exposición, observamos un espacio totalmente diáfano de color blanco, donde se inserta la obra del artista: fotografías de diferentes tamaños, totalmente inéditas y que corresponden a sus cinco últimos años de trabajo. Por toda la exposición dividida en dos pisos, se distribuyen sus creaciones fotográficas, las cuáles pretenden ser observadas de forma individual y no en su conjunto, aunque todas ellas tienen aspectos comunes. Además, sus obras destacan porque muchas de ellas adquieren colores llamativos que contrastan con el color blanco de la pared.
Cuando conseguimos adentrarnos en la exposición, nos encontramos con soportes audiovisuales que nos ayudan a entender lo que el artista nos quiere hacer llegar, facilitando así la comprensión del espectador. Pero lo curioso, es que para entrar a esta sala de video, hay dos cortinas en sus laterales de color negro, pero no hay ninguna indicación ni ningún tipo de flecha que nos señale qué hay dentro, y tampoco de si podemos entrar o no. Quizás por esta razón y por la curiosidad del espectador y el amor a lo prohibido, el espectador se adentra para averiguar lo que hay.
Una vez recorrida esta primera planta, podemos acceder a la segunda a través de unas escaleras que poseen cierta similitud con alguna de las fotografías del artista. Aquí nos encontramos más creaciones del artista que se pueden recorrer casi de forma circular, y que desde esta perspectiva, se pueden observar las obras de la primera planta pudiéndolas dar otro enfoque diferente.
Todas sus obras, como ya comenté anteriormente, son de diferente tamaño y el mayor llega adquirir los tres metros de largo. Jose Manuel Ballester, intenta dar su visión personal de estos lugares, logrando que lo que parece ser estático, se convierta en eterno. Mediante su obra, no sólo intenta trabajar la dimensión espacial, sino también aplicar los conceptos de luz y tiempo, uniendo estos tres para formar un hilo conductor en la exposición. Además, todas ellas, nos sugieren sensaciones como la relajación.
Las fotografías son vistas de museos y otros edificios en donde se aplican tintes pictóricos, que no son elegidas al azar por el artista, sino que todas tienen los conceptos anteriormente mencionados en común. Esta unión entre arquitectura y pintura podemos relacionarla con los inicios de su carrera artística como pintor. Todas las fotografías retratan diferentes lugares, lo que hace que la unión entre la exposición y el artista sea más íntima, y de carácter internacional. Además el artista incluye en ellas su propia visión, pero nos invita también a que nosotros optemos por una perspectiva diferente. La mayoría de ellas muestran gran profundidad, haciendo que nosotros como espectadores nos sintamos pequeños al observarlos.
En definitiva, se trata de espacios arquitectónicos retratados de forma que no pensemos en ellas como una mera obra constructiva, sino como una obra escultórica, la cual podemos tocar, observar y rodear.
Rosa Mª Recio Salvadores
Jose Manuel Ballesteros, Sala Alcalá 31.

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