Alighiero Boetti, “Estrategia de juego” 5 de octubre de 2011 - 5 de febrero de 2012, Museo Reina Sofia.
Estos días el MNCARS, acoge en sus instalaciones esta exposición en colaboración con la Tate Modern de Londres y el MOMA ( Museum of moderm Art) de Nueva York una amplia exposición que se extiende a lo largo de numerosas salas que recogen parte de la obra de este artista italiano.
“Estrategia de Juego”, plantea como trasfondo a través de diversos mapas, publicaciones escritas, cartas, portadas de revistas, dibujos…como una descripción en apariencia objetiva e incluso científica en torno a las cualidades geográficas mundiales, pueden ser abordadas desde otro punto de vista, que es el que propone el artista, imprimiendo a la vez, una crítica política, o una visión más ideologizada de lo que en ellas se refleja.
El hecho de la representación constante de mapas geográficos en los que se representa la totalidad de las naciones mundiales identificadas cada una con su bandera, manifiesta el hecho de este contenido político, Boetti lo convierte en un juego de la representación, en el que de un modo lúdico, se parte de la base de una situación conceptual preocupante, el eurocentrismo y su apogeo cultural, político y social, como metáfora quizá de su dominio, no solamente territorial y político, sino incluso, cultural. Representa lo más característico de esta exposición, pero lo realmente relevante de estos grandes mapas bordados, es la evolución a través de los años, la evolución de una misma realidad que es cambiante con el tiempo.
El tiempo y su representación es una constante en sus obras, los relojes, las horas, la paciencia que derrochan obras como los grandes murales pintados con pequeñas rozadas del bolígrafo contra el papel, o los crucigramas, que aleatoriamente representan secciones pintadas en negro, conformando lo que perfectamente podría parecer un juego de barcos, un “pasatiempos”, en el que la parte más consciente de cada uno, se relaja para dejar paso al ocio, a la dispersión, a la inversión de ese tiempo que en ocasiones se presenta libre.
La imagen de las palabras está presente a lo largo de las salas, letras dispuestas de forma repetitiva, en cuadrados, murales a bolígrafo, en los que las letras que conforman palabras entran en una dinámica de búsqueda de su significado a través de una manera lúdica, telegramas con frases, enviados por Boetti,en los que únicamente importan fechas, palabras y espacios en blanco, correspondencia enviada y recibida, alfombras y tapices bordados conformando figuras geométricas cuadradas entre sí…
Parece que las obras de Boetti son fruto del azar, o al menos, no renuncian a ese carácter azaroso en cuanto a su realización.
Es un tema ineludible en la obra de Boetti el sentido politizado de sus obras, pero creo que en esta ocasión todo ese campo, pertenece a un segundo plano, su trabajo como artista está ligado a su actividad intelectual y cultural, con una clara intencionalidad, la obra como juego, el sentido lúdico de lo serio en apariencia, las series, las repeticiones, la inversión del tiempo al que tanto valoraba Boetti.
El carácter ingenuo de la muestra, refleja ese mundo dúplice en el que se desenvuelve todo, dualidades representativas como reflejo de un antes y un después, de un orden y un desorden, de una realidad y un concepto, y de cómo todo eso que rodea al tiempo puede ser cambiante y desordenado pero a la vez, recogido y amalgamado en una simple representación, dentro de un solo concepto, o una simple manifestación.
Laura Casla Ocaña
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