martes, 1 de noviembre de 2011

Estrategia de juego.

Con este adecuado nombre arranca la exposición del italiano Alighiero Boetti. Se trata de una amplia retrospectiva que analiza la obra del artista con obras de diferentes técnicas.
Durante la visita, nos encontramos con manifestaciones artísticas inundadas de grandes dosis de originalidad y creatividad. En un primer momento, el visitante puede ver obras que crean un sentimiento de temporalidad como la obra "Serie de almenas dispuestas a intervalos .telegramas en una vitrina" o "Serie de relojes anuales" de 1977-1994 que aparecen uno tras otro de forma lineal. Otras obras con bordados, como "I Videnti" o "Emme I Elle E...".
Junto a esta sala, nos introducimos en un mar de texturas con obras de gran formato que en un lateral apuntan el abecedario y en la obra de fondo azul vemos una serie de comillas que parecen dejar al espectador la libertad de rellenar el hueco con palabras.
Otras obras de gran interés, no solo por la técnica sino por lo que transmite, son los grandes mapas del mundo, bordados y con sus respectivas banderas y frases inscritas en el marco que bordea cada mapa cada uno con un color diferente. Ajeno a la búsqueda de un arte que tenga que ver directamente con la política, Boetti nos da una idea de cómo vivimos dentro de nuestros propios conceptos.

Es decir, España es ante todo el concepto que nosotros tenemos de ella. Fronteras no físicas, más bien conceptuales.
Otra de las salas nos conduce a una colección de sellos y postales como coleccionismo original. Una pequeña sala alberga unas cuadrículas con números del uno al diez en japonés. Se trata de papel montado sobre lienzo, y frente a éste, la obra "caritas" donde aparecen hexágonos con caras tristes, alegres, enfadadas que llenan la obra enteramente, hay una sensación de horror vacui y observando el cuadro durante un tiempo, puede dar sensación de agobio o inquietud.
Obras también llamativas son las tituladas "La naturaleza, un asunto turbio" o "Reino Musical", donde vemos en los extremos a dos personajes idénticos que parecen trazar el dibujo del centro de la composición.
Alighiero Boetti, artista de una originalidad extrema que se acercó al arte povera pero que también sus obras son un reflejo de arte conceptual. En todo caso se trata de un artista polifacético a la par que divertido, que mezclando diferentes técnicas consigue una gran expresividad sensitiva.

La muestra, parece hacer un recorrido por la vida de este artista, de un modo cronológico, donde vemos sus diferentes etapas. Por un lado un tipo de arte muy cercano al povera, después la reacción al mismo o un anti- povera, mucho más conceptual y su etapa como Alighiero e Boetti, su desdoble.

Para rematar la crítica, diré que si algo me llamó la atención, negativamente, fueron los cuadros del estilo a “Tutto”, donde composiciones sin un sentido claro absolutamente abarrotadas de cosas, me provocaron una especie de agobio ante las mismas.

Quizás sea, por una ausencia de entendimiento hacia ellas, pero ese “Horror vacui” que se nos presentó, me sobrepasó.

He de resaltar, por otro lado, la obra “La Naturaleza, un asunto turbio”, la cual me llamó mucho la atención, por la simetría y por el guiño que hace al desdoble de personalidad.

Quisiera sacar un paralelismo asombroso con la obra del japonés, On- Kawara, con lo que respecta al concepto de temporalidad y el uso de elementos comunes como la postal o los calendarios.

En resumen, que me ha parecido una gran retrospectiva bien comisariada, pero hay algo en la obra de Boetti, que rozando con lo filosófico se le escapa a mi entendimiento.

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