sábado, 5 de noviembre de 2011

DE LA CREENCIA A LA IDEA y DE LA IDEA A LA OCURRENCIA en Alighiero Fabrizio Boetti

por Fernando Abad Aguado

¡ATENCIÓN! Tres grandes curators, Lynne Cooke, Mark Godfrey y Christian Rattemeyer han levantado, sacado, salido y recolocado unas 150 obras de un artista de aquellos prematuramente muertos a modo de magna retrospectiva que tan bien llena cuantitativamente las hojas del papel cuché de diarios, revistas y pantallas digitales; está de moda. Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía: "Si hay un elemento que define la práctica artística de estos momentos es la idea de la muerte del autor".

Al artista le fallaron las cuentas reales al mal prever su muerte para el 11 de julio de 2023, cuando esta aconteció en 1994, pero acertó al elegir el azar, que es azaroso hasta para las premoniciones, para adaptarlo a su heterogéneo proceso creativo. Hasta hace unos meses, cuando algunas brillantes mentes pensantes vieron, como decían los romanos, el negotium, su obra dormía principal y plácidamente en tres de los mejores sótanos del globo terráqueo, los de la Tate Modern de Londres, los de MoMA de Nueva York, y de los del Museo Reina Sofía de Mayrit. Con esta inauguración, la obra de Alighiero Boetti va a peregrinar por los mencionados museos bajo el disfraz, también como dijeran los romanos, del otium.

Alighiero Boetti, pionero en el arte de lo pobre, de los materiales de desecho y basuras, que probó posteriormente casi todas las formas expresivas con manos propias, y ajenas, de costumbres legales e ilegales, que anduvo un poco perdido artísticamente, incluso estéticamente a veces, y que con el tiempo se auto-disoció por voluntad propia - en 1972 pasó de ser Alighiero Fabrizio Boetti a ser Alighiero e Boetti- cual Dr. Jekyll y Mr. Hyde, cual humano experimento en reconocimiento de la débil e imperfecta naturaleza del ser humano por una parte, y fuerte y creativa por otra, es mal expuesto en la 3ª planta del Edificio Sabatini a través de la muy conceptual, heterogénea pero algo débil producción de su obra. A. Boetti: "Alighiero es la parte extrema, más infantil, que domina las cosas familiares. Alighiero es como me llama la gente. Boetti es más abstracto", explicaba. "Si la gente ve una de mis obras dice: 'es un boetti'; no, 'es un alighiero". Era él y su doble.

"L'insensata corsa"


¿Quiénes han hecho de Alighiero y de Boetti unos artistas a exponer en los grandes museos? Sin duda alguna han sido en gran medida las bordadoras afganas, quienes desconociendo el color del mar lo cosieron de grises, verdes dorados y hasta amarillos; el calígrafo japonés Enomoto San quien inspiró y ayudo en sus sellos y origamis, los artesanos de Zanzíbar, los marroquíes, keniatas o guatemaltecos, entre otros; los capullos de las amapolas y los curators del siglo XXI.

Y es en este punto dónde se nos aparece la figura de Marcel Duchamp por partida doble. (¡Y que el Gran Hacedor me perdone que mente aquí su nombre!). En primer lugar por continuar el juego del “azar objetivo” al que parecen ambos someter la obra de arte, y en segundo, porque ambos tomaron el proceso creativo como parte de un juego, ajedrez para Marcel Duchamp, y los dados y cartas en Alighiero y Boetti. Pero creo que nadie se atrevería a comparar sendos entretenimientos ni sendos artistas. Probablemente, quizá sólo ellos cuatro, Alighiero, Boetti, Duchamp y Rrose Selavy consiguieron entenderse entre ellos.

La obra general de Boetti, si bien fue profundamente atrevida y conceptual en los años en los que fue desarrollada, en la actualidad se revela, obsoleta y desgastada, con alguna salvedad. Por veces recuerda a los trabajos manuales de pretecnología, realizados además por papá y mamá (bordadoras, talladores, etc.).

¿En qué se están convirtiendo eso de la cultura y el arte hoy en día?

INCONSISTENCIA, DEBILIDAD, ARTESANÍAS MATÉRICAS Y MANUALIDADES…, de otras manos. CONCEPTUALMENTE, podríamos tratar de buscarle los Tres pies al gato, pero sabemos que nunca los tendrá, porque el gato es en realidad un bolsito guarda cuartos de principios del siglo XX que por más que le busques los bolsillos, no los tiene.

En cualquiera de los casos, las continuas búsquedas de Alighiero y de Boetti son la muestra que supone establecer, a veces ciertos a veces inciertos, puentes entre la idea, la creencia y la ocurrencia.


Alighiero Boetti. Estrategia de juego.
Museo Reina Sofía. Del 5 de octubre de 2011 al 5 de febrero de 2012.
Comisariado: Lynne Cooke, Mark Godfrey y Christian Rattemeyer.
Organizan: Museo Reina Sofía, Tate Modern de Londres y Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York.

4 comentarios:

  1. Muy buena la crítica... pero no puedo decir mucho más sin ver la exposición... Ésta no me importaría verla.

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  2. Mucho mejor, al menos para mi gusto!

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  3. Yo la duda que tengo es, si tu opinión es que los museos sólo deben exponer lo más nuevo o novedoso y dejar de lado lo que ya ha quedado superado, como parece que es este caso (no he ido a la expo tampoco).

    ¿No crees que, aunque no sea novedoso, puede ser didáctico una evolución posterior que siente bases del futuro?

    Aunque como sugieres que es "exposición mierda".... ya es un caso concreto. Pero en general, ¿estás en contra o sólo en este caso particular?

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  4. Hola Dani!!!Gracias por implicarte en el tema con tus dudas.

    No, no pienso que los museos deban exponer lo más novedoso; deberían exponer coherentemente obras de arte que bajo un criterio definitivamente unificado contengan una cierta experiencia estética para el espectador: cosa de la que carece esta expo. Por supuesto esto sentará las bases del futuro.

    No digo que esta expo sea una expo-mierda, si no que cualquier escusa parece buena para montar una exposición, justificar nuestros impuestos y hacerte pasar por cafetería, bar, restaurante y librería, etc., en dónde poder CONSUMIR algo impropio de un museo; pero esto también está de moda... si te despistas, te quedas sin ver la exposición. Pero como ir a los museos "está de moda" te das cuenta que por allí va cualquiera que no tiene ni idea de lo que ve, pero, sobre todo, ni idea de cómo hay que ver las cosas. ESTOY EN CONTRA DE QUE HAYA QUE IR A LOS MUSEOS POR QUE SÍ; PORQUE LO DICE PATRIMONIO; Y PORQUE LOS HAN CONVERTIDO EN MINIMALISTAS PARQUES DE ATRACCIONES. NO hay que ir a los museos, ni hay por qué entender de arte ni de artistas, etc., Cada ser humano tiene la capacidad de emocionarse, tener una experiencia estética, y esto puede ocurrir con un capítulo de los Simpson; sexo en NY o Perdidos, o la llamada del Chulú. El arte no reside ya sólo en los museos. Los jefazos se dieron cuenta y por esto han creado estos parques de atracciones: hay más arte en los guiones de tv, en un disco de Queen o Led Zeppelin, o en los grafitis de Banksy que en los museos.

    FAA

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