martes, 4 de octubre de 2011

ESTAMOS EN GUERRA

El título de la exposición “Blockhouse, Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia”, es una declaración de intenciones, a mi entender, el espacio de resistencia que Sala nos propone es la idea de búnker como respuesta intelectual y una esperanza al vacío de la crisis. Una instalación escultórica compuesta por una barricada de más de 500 libros lacados en negro, es el eje central de una instalación que refleja nuestro tiempo. Un tiempo de tensión y en algunos casos hasta de violencia…. Es la “microhistoria” de los los sucesos acontecidos en las últimas décadas en la naval de Gijón, extrapolables a las recientes revueltas en el Reino Unido, la llamada primavera del mundo árabe o los movimientos 15-M que ya traspasan las fronteras nacionales, esto sería la “macrohistoria” que Sala también nos muestra de manera indirecta. Estos libros son utilizados como ladrillos que levantan un muro que nos protege de la amputación que se está llevando a cabo en el ámbito de la cultura en general… cantidad de ejemplos que podemos citar, telebasura, Esperanza Aguirre y su ataque a la educación, etc.

Una selección de acuarelas y gouaches completan la exposición. Además encontramos los retratos a lápiz de individuos aislados, sindicalistas, policías, operarios, que nos sitúan en un mundo global, en un no lugar, donde estos individuos afrontan su batalla en soledad, así nos centramos no sólo en una guerra o conflicto, si no también en los que participaron, en las pequeñas historias que se entretejen en cualquier período o suceso, tomando un punto de vista más personal, humano.

Este concepto de no lugar se refuerza con las acuarelas de las grúas portuarias. Son imágenes perennes, atemporales, que se quedan grabadas en la retina, en la mente del hombre, cualquiera que haya habitado una ciudad portuaria sabe a lo que me refiero, cielo encapotado, gaviotas que producen graznidos estridentes, ruidos de las máquinas del muelle… En caso de no ser así solo hay que ver Los Lunes al Sol de Fenando León de Aranoa, donde se capta esta belleza ruda de la industria portuaria y donde se respira la idea de resistencia y lucha durante todo el film. Son imágenes grises, melancólicas, reflexivas, que invitan a la reflexión y la introspección. Recuerdan a esas imágenes que Jim Jarmusch recoge con enorme maestría en Ghostdog, el camino del samurai, las palomas sobrevolando un suburbio, en el que se libra una batalla de bandas de delincuentes. Las acuarelas de tonos cálidos rememoran fragmentos de una realidad que parece estar destinada a desaparecer, la realidad de la Naval de Gijón.

El carácter de intemporalidad de estos hechos, se refuerzan con esas frases en latín como “Sapere Aude” (atrévete a saber), son conflictos que se repiten y se repetirán a lo largo de la historia, el tema del poder, con sus usos y sus abusos. Y que recuerdan a ese primer “arte urbano” de la Roma clásica, esos graffiti subversivos como: Bruto mató a César, etc. Que se puede relacionar con este carácter bastante urbano y subversivo de la exposición de Sala, las frases a modo graffiti y los retratos a lápiz que recuerdan a las estampas callejeras.

Eduardo Serantes Regueira

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